Park caminaba tranquilamente por el patio del colegio, viendo como sus compañeros jugaban y gritaban alegremente.
"El día está muy bonito hoy" Pensó el rubio.
Sus pasos fueron detenidos cuando su vista se dirigió a una banca un poco lejana al patio, en esta estaba un niño aproximadamente de trece años, estaba con la cabeza algo baja y con unos audífonos blancos, nunca lo había visto.
No dudo ni un segundo en dirigirse hacia el pelinegro palido misterioso.
"Hola" dijo Jimin agachando un poco su cabeza hacía un lado para estar a la altura del pálido "Eres nuevo? No te he visto, hasta ahora..."
Hubo un silencio de dos o cinco segundos, un poco incómodo la verdad, el pelinegro levantó un poco su cabeza para ver a la persona que estaba adelante de él.
"Perdón? Me hablabas a mi?" rápidamente se sacó un audífono "Perdón, no te escuché"
Jimin rio chiquito al ver al chico perdido, le parecía un poco tierno.
"No te preocupes, tampoco pidas Perdón. Soy Jimin" estendio su mano hacia adelante "Un gusto"
"E-el gusto es mío, soy Yoongi" estendio su mano un poco tímido y Jimin dio un pequeño apretón "Si no es mucho problema... p-podrías repetir la pregunta que me hiciste antes?"
"Claro. Te pregunté si eras nuevo" respondió aún con su sonrisa "Nunca te he visto y además estas lejos de todos nosotros, de que clase eres?"
"Soy nuevo pero no sé en que clase estoy, solo me dieron esta hoja" se agachó un poco para abrir su mochila, sacó un papel y se lo dio a Jimin "Sabes donde está?"
"Oh, estás en el mismo salón que yo" Jimin se sorprendió un poco pero sonrió aún más "Eso es genial, que te parece si vamos para allá? Ya pronto va a sonar la campana y tenemos que entrar a clases, te voy a presentar a algunos amigos. Ven, vamos"
Decir que Jimin no estaba más que feliz era una tremenda mentira. La idea de hacer otro amigo más era maravilloso y además que Yoongi por alguna razón le transmitía tanta tranquilidad y seguridad.
Algo raro, pero a él le gustaba.
La campana lo saco de sus pensamientos y sin pensarlo mucho agarró la mano del pelinegro.
"De prisa, Yoonie, ya tocó y si no estamos ahora el profesor Gonzales nos va a gritar" dijo un poco tenso y es que ese profesor era un poco mucho amargo.
Jimin corrió junto a un Yoongi sonrojado y sorprendido por el apodo tan inusual pero decidió ignorarlo por ahora, intentando seguir el paso del pequeño, y si, Yoongi se dio cuenta que el pequeño en serio era pequeño, tal vez le ganaba por unos 3 centímetros.
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yh
Fanfiction"Tus manos son muy bonitas.. puedo tocarlas?" La delicadeza que veía Jimin en las preciosas y amadas manos de Yoongi eran maravillosas, simplemente una obra de arte.