Why do you call me only when you're high? - Sanzu Haruchiyo. +18

one.

01 de octubre.
1:35am.

El chico de cabello rosa empujaba sus caderas con fuerza, siendo imposible que dejarán de salir sonidos de mi boca.
Los sonidos lascivos que hacían nuestros cuerpos eran más fuertes cada vez más. El extasis estaba demasiado cerca, nos invadía a ambos.

Sus movimientos fueron más rápidos y salvajes, tomé sus muñecas que me sostenían con fuerza de la cintura, dejé salir un fuerte gemido de mis labios y mi espalda se arqueo al sentir el orgasmo llegar, seguido de mí el chico lo alcanzó de la misma forma.

Se echó a mi lado sobre las blancas sábanas y beso gentil y calidamente mis labios, haciéndome sonreír en el proceso.

–Tan increíble como siempre. –sonrió.

–Siempre haces tu él trabajo. –levanté un poco los hombros y reí.

–Te dejaré tomar el control para la próxima. 

–Eso espero. –arrugue un poco la nariz y me levanté de la cama, buscando algo entre mis pertenencias que se encontraban en la mesita de noche. Encontré la pequeña caja roja y la abrí, sacando de ella un cigarrillo.

Tomé el encendedor y me acerqué a la ventana, dándole una calada al cigarrillo. Sostuve el humo por unos segundos y lo dejé salir.

–¿Alguna vez te dije que te veías demasiado sexy fumando? –habló a solo pequeños centímetros de mí, lo cual me hizo dar un pequeño brinco en mi lugar. Quise girarme para poder mirarlo, pero fui interrumpida por su cálido y fuerte abrazo. Sonreí.

–No lo sé, nunca me habías dicho que era sexy. –bromeé.

–¿En serio, Haru?

–Bromeo. –reí un poco y acerqué el cigarrillo a sus labios. No dudo, y le dio una calada, dejando salir el humo muy cerca de mi rostro. Me queje.

–Toma el control ahora. –susurró cerca de mi oído y comenzó a besar mi cuello.

–Como tu digas, querido. –me solté de su agarre y aventé el cigarrillo por la ventana. Y sin dudarlo comencé a besarlo mientras caminábamos hacia la cama.

01 de octubre.
4:45am.

El sonido del celular de Sanzu sonando me despertó de aquél profundo sueño que tan solo había comenzado hace una hora. Me queje un poco y tomé el aparato, en la pantalla brillaba el nombre de "Mai". Frunci el ceño y respondí aquella llamada;

–Sanzu, ¿dónde te has metido? ¿Olvidaste que cumpliamos un mes de novios hoy?

Sentí un golpe en el pecho, y las ganas de vomitar fueron grandes. Me levanté de la cama y me alejé.

–¿Quién eres? –pregunté.

–Oh.., me equivoqué de número. –rió nerviosa.

–No, no te equivocaste de número, Mai.

–Y-yo...

Y colgó. La voz de la chica era lo único que podía escuchar en esos momentos, ignorando completamente la presencia de Sanzu a mi lado, quitándome el teléfono con brusquedad de la mano. Tomé una gran bocanada de aire y una lágrima cayó.

–Haru, te lo puedo explicar, por favor. Déjame explicarte.

–Vete. –hablé fuerte y claro.