La vida me hizo tu primo, pero el norte me hará tu esposo [Xiao x Aether]

ᴄᴀᴘɪ́ᴛᴜʟᴏ ᴜɴᴏ

Vivía la mejor vida que todo hombre omega hubiera deseado. Tenía a mi padre Alfa a mi lado que me amaba con todo su corazón, su nombre era Zhongli. Un novio científico muy reconocido era mi prometido, era un hombre Alfa muy cariñoso y comprensivo conmigo, llamado Albedo. Y una hermana mayor Beta que, me cuidaba como si fuera un objeto valioso.

Lamentablemente, todo comenzó a desmoronarse cuando mi hermana se caso con Tartaglia. Al principio fue un chico muy atento y educado con nosotros, pero había algo que no me daba confianza con él. Esa sonrisa nunca fue fiar cuando hablaba con mi padre, pero ni modo, así lo quiso Lumine.

Sin embargo, después de su matrimonio, se fueron a vivir lejos de nosotros. En un principio quería llevarme, pero me negué. No podría dejar a mi viejo inútil y gastalón a su suerte.
Una noche Tartaglia antes de su partida. Me dijo algo que me preocupo un poco, no porque fuera algo de mi hermana, si no fue porque fue algo muy extraño que no comprendí al principio: "Serías una buena mascota para el Alfa de la manada, lastima que no nos acompañas".

Ni tiempo me dio al responderle, porque mi hermana nos interrumpió. Pero decidí no decir nada, debido a que no quería ningún conflicto.

Después de su partida, papá se dedicaba a.... bueno, no se dedicaba a nada. Solo se la pasaba acompañando al borracho del tío Venti o como mi pequeña amiga Paimon lo llamaba "Bardo de Pacotilla".
Paimon era nuestra pequeña vecina, yo la cuidaba por un poco de dinero, pero me ganaba la vida con cosas fáciles; Era repartidor de comida, vendía flores o incluso le ayudaba a mi novio Albedo con sus investigaciones. Para ser honesto, solo supe que trabajaba en una empresa de jarabes para molestias del cuerpo, pero de ahí en fuera, no supe más.

Ahora que debía de mantener por completo los pagos de la casa, debía de trabajar con mas insistencia.

Después de un par de semanas, otra mala noticia o mejor dicho, una ruptura amorosa llego a mi vida. Una noche de un viernes, quise sorprender a mi Alfa. Iba tan emocionado con una caja de galletas que justo había preparado en la mañana. Quería dárselas personalmente y que me abrazara como recompensa, pero... pero cuando entre no encontré a Sacarosa, su subordinada. Así que me atreví a pasar directamente a su laboratorio.
Desgraciadamente ahí note que, esos dos estaban... teniendo relaciones.

Me dolió tanto, pero me limite a solo dejarlos ahí. Salí corriendo y llorando por lo tonto que fui. Al parecer ellos ya tenían bastante tiempo juntos y me di cuenta por los celos que esa Omega me llegaba a tener.

Esa noche me la pase llorando en mi habitación. Le di gracias a los dioses que mi padre no estaba, así no me vería con los ojos rojos.

Tuve que tomarme dos días con el pretexto de tener un resfriado, para evitar salir de mi habitación. Lo malo es que, tarde o temprano debía de enfrentar mi realidad.

Al tercer día, decidí salir de mi habitación. Pero no todo fue malo en ese tiempo, ya que Hu Tao, disque amiga de mi padre -sí claro, su "amiga"- fue a desayunar con nosotros. Ahí me contó todas mis sospechas sobre su romance con mi padre. Me alegre por ambos, porque ellos eran una pareja algo... llamémosle agradable y divertida.

Además, desde la muerte de mamá nunca lo vi así de feliz y tranquilo, como ahora lo era.
-De ahora en adelante trabajaras para mi, así que vete haciendo a la idea de usar ese traje de ataúd que te mande a hacer -le dijo ella a mi padre. 

-Ayúdame... Aether -suplico mi padre.

Me dio un poco de risa, porque ella era una chica muy trabajadora y responsable en su funeraria y mi padre un vago holgazán.
-Hu... Hu Tao, te encargo a mi padre -le dije con una sonrisa sincera.

-No te preocupes, este viejo va a estar bien -dije al mirarme.

Luego de ello, mi padre se mudo con Hu Tao y yo..., pues tuve que escaparme con mi hermana. Honestamente no tenía ganas de hablar con el tonto de Albedo, no después de descubrir que me engaño con una chica omega.

Mi hermana estaba tan feliz de saber que me iría a vivir con ella, pero... nunca me dijo que consecuencias traería eso a mi vida.

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El viaje fue largo, pero ver tantos paisajes naturales me hizo emocionarme. Sentía celos de mi hermana, celos de saber que ella estaba viviendo entre un hermoso valle.

Una vez que mi destino llego, baje en la parada de autobuses que me indico. Ahí, fui recibido por mi hermana y el extraño de Tartaglia. Fui directo a saludarlos y por supuesto a abrazar a mi hermana.
-Lumine, Tartaglia gracias por aceptarme unos días -dije al apartarme de mi hermana. 

-No hay problema, honestamente me sorprendió lo de mi padre y pues me alegro que vinieras -dijo mi hermana.

-Sabes que eres bien recibido aquí, cuñado -dijo al poner su mano derecha en mi hombro- esperemos que te guste aquí, tal vez... hasta te termines quedando, ¡Claro, si es que quieres!.

-Muchas gracias, ¡No!, no quiero incomodar, de todas formas necesito volver 

-¿Por tu novio Albedo? -dijo al mirarme con cierta burla. 
Cosa que se me hizo extraño porque no le había dicho nada a nadie, ni a Lumine. Así que, su comentario me dio un trago amargo de dolor. 

-Pues... sí, Albedo me necesita y debo regresar. Solo quería tomar unas vacaciones -dije desviando un poco la mirada. 

-Bueno, nos alegra que estés con nosotros. Así que, por el momento hay que llegar a nuestro hogar, Tartaglia preparo su platillo especial. Espero que te guste, lo llamo Pesca extrema -dijo Lumine al sujetar mi mano para guiarme a su camioneta. 

Decidí dejar pasar ese comentario, porque no quería contarles de mi desgracia. Así que decidí callarme y por supuesto, solo deje que Albedo se quedara con la duda del mensaje que le puse, pues con un "Esto se acabo", fue lo único que le dije antes de bloquearlo y venir con mi hermana. 

En el transcurso del viaje que, duro apenas 30 minutos. Me quede con cierta incomodidad debido a las miradas de la gente que me volteaban a ver. Al principio creí que, tal vez era porque era un extraño, pero al atravesar la pequeña carretera que dividía las casas del centro del pueblo hasta donde Lumine vivía, pude notar a un sujeto con una extraña mascara. Lo mire sorprendido, pero en abrir y cerrar de ojos note que ya no estaba. 
-Debe de ser el calor del viaje, me hace ver alucinaciones -pensé. 
Solo me limite al ver el hermoso lugar de mi alrededor, entre menos hablara, iba a ocasionar menos problemas. Bueno al menos eso pensé.

Publicado: 23 de Octubre del 2021