las noches de verano seguían en su memoria, tenía el pequeño recuerdo de haber tomado su mano junto al mar y besarlo ante la luz de la luna.sus pies se sumergían en la arena y se mojaban lentamente por las pequeñas olas que llegaban hasta sus dedos.
después de sentirse ahogados en el amor del otro caminaron hasta la cabaña mirando cómo las estrellas les hacían compañía, las manos de mark se apoyaron en la cama y su vista se centraba en donghyuck que estaba frente suyo. sus ropas iban siendo retiradas lentamente sin quitar la vista de los profundos y grandes ojos de su novio, cuando su torso estuvo desnudo se acercó a la mesa y tomó un cigarrillo y un encendedor, dejando que el filtro se pegara en sus labios prendió la punta.
mark observaba callado, su cintura y sus costillas cuando donghyuck tomó la primera calada. su morena piel parecía brillar ante la noche y por un par de segundos pensó que quería desesperadamente tocarlo y hacerlo suyo ahí mismo.
sus manos se despegaron de la sabana de la cama y sus pies se movieron automáticamente al frente del emergente humo que brotaba de los labios de donghyuck.
donghyuck se acercó tomando una calada y soltando el humo lentamente en el rostro de mark. cruzó sus brazos por el cuello del otro y este tomó su desnuda cintura con ambas manos se acercaron casi con miedo de que en cuanto tocaran sus labios una vez más no iban a poder dejarse ir, el peligroso sentimiento de obsecionarse con el otro quemaba en sus pechos, tomaba poder en sus corazones y dejaba un gusto amargo en sus lenguas, casi como si fuese veneno.
Aún así, no importaba, no importaba porque el gusto amargo les gustaba, la exitante sensación de sus pechos quemarse los hacía estremecerse del placer y sus apretados y pobres corazones llenos de adrenalina se sentían finalmente llenos.
sus labios se rosaron y supieron que estaban perdidos en el otro, el pequeño roce pasó a ser un desesperado beso, donghyuck, con una mano apretó fuertemente el cabello de mark, casi desesperandose porque no lo sentía suficientemente cerca. mark abrazó su espalda y bajó una mano hasta su cadera metiendola en su pantalón, lentamente tocando todo a su paso. la textura de la piel de donghyuck era tan suave, casi volviéndolo loco.
apretó su trasero con ambas manos, y donghyuck dio un pequeño saltito para que mark lo subiera y lo afirmara con sus brazos.
sin sus labios separarse mark caminó hasta la pared haciendo que donghyuck chocara su espalda con ella.
el cigarrillo que se había estado consumiendo finalmente se apagó cuando donghyuck lo presionó contra la pared y lo dejó caer ahora enterrando ambas manos en el cabello de mark.
mark tocaba su pecho, su espalda, pasaba sus manos por sus piernas y muslos, tocaba su erección pero la dejaba unos segundos después para volver a tocar su pecho, sus brazos y su rostro. donghyuck mantenía su cuerpo cerca casi llorando porque no quería que ninguna parte de él estuviera lejos, con miedo a perderlo, con miedo de que no podría vivir si se alejaba un poco de él.
sucesivamente sus respiraciones se volvieron fuertes y algunos gemidos se escapaban de sus labios cuando sus cuerpos se rozaban, mark dejaba marcas de amor en la morena y delicada piel del otro, escuchando los más dulces suspiros emitidos por su amado.
sin querer moverse del lugar se deshicieron de sus ropas quedando completamente expuestos.
juntaron sus cuerpos derritiéndose en el placer, los jadeos rebotaban en las paredes devolviendo el sonido a sus oídos, llevaban un ritmo perfecto sincronizando sus deseos y necesidades, las lágrimas brotaban de los ojos de donghyuck, despegó su frente de la frente de su novio para apoyarla en la pared cerrando los ojos y gimiendo altamente. los gemidos que en algún momento fueron leves ahora eran gritos en cuanto el ritmo se volvió frenético y el placer los llevaba al límite.
mark gruñó cómo también soltó agudos gemidos que se envolvian y derretían junto con los del otro.
donghyuck llegó al orgasmo un poco después de que mark lo hiciera, ambos tomaron bocanadas de aire mirándose a los ojos desde una distancia pequeña. finalmente pegaron sus frentes y escucharon sus propios corazones desordenados y exaltados.
lo volvieron a hacer, en la cama, en la ducha y contra la pared una vez más.
no podían saciarse del otro, como si fuera una adicción tan buena como peligrosa.
después de su segunda ducha, sin sexo, sólo un par de toques quemantes y caricias sutiles, se tomaron de la mano para dirigirse a la cama.
finalmente cuando ya estaban apoyados en la suave manta, sus frentes se juntaron, sus pieles ardían, y sus manos sudaban un poco mientras se enrredaban en la otra.
una de sus tantas conversaciones que podían comenzar desde lo más trivial hasta lo más ridículo que pudieras imaginar, sus risas eran bajas, cómo un secreto se escondían bajo las mantas de la noche pero aún iluminados por la luna.
finalmente se durmieron cuándo los pájaros empezaron a cantar, para evitar que la luz del día revelara sus secretos nocturnos.
ahora mark estaba sentado al lado de donghyuck, en una habitación fríamente blanca, sin color, sin vida, sosteniendo su mano casi congelada que comparada con el antes era casi imposible.
sus lágrimas nunca querían secarse, se quedaban ahí para esperar el momento perfecto, que sería ese día.
y no había nadie más que él.
así que, besó su rostro inconsciente, besó sus nudillos, sus brazos, su pelo, su pecho, todo tan frío y distante como el viento.
la enfermera con expresión preocupante vino a desconectar la máquina que mantenía a donghyuck en el coma, pero al mismo tiempo con vida.
mark tomó su rostro y le sonrió susurrando un "te amo".
cuándo la enfermera le dijo que podía quedarse sólo quince minutos con donghyuck, mark asintió y la enfermera se fue.
"lo siento mi pequeño, lo siento tanto" pegó su frente con la de él, sientiendo la frialdad, y bajó a sus labios, besándolo, una y otra vez, tratando de sentir lo que alguna vez sintió cuando donghyuck estaba consciente, sus lágrimas empezaron a caer a sus mejillas al no sentir absolutamente nada. pasó sus dedos a su pálido rostro esperando sentir que el próximo beso fuera significativo, pero no, absolutamente nada.
se sentó derrotado en esa maldita silla en la que pasó semanas, se encorbó y cubrió su rostro con sus manos, ahogo un grito y un llanto desesperado.
se paró, dio un último beso en aquellos labios muertos y se fue, llegando, lamentablemente, sano y salvo a su casa.
se había ido.
y él no había podido hacer nada.
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last breath; markhyuck
Fanfictiondonghyuck había dejado de respirar y mark no podía dejar de besar sus fríos labios.