▬Capítulo 4▬

164 5 0
                                    

Resulta que después de todo conseguí no tener bolas azules.

Me encontré con la chica de la casa de café esa noche. Es instructora de yoga.

Genial.
¿Qué? Vamos, no seas así. Deseo a __(tn), sin lugar a dudas. Pero no esperes que actúe como un monje hasta que suceda. Lo que las mujeres no entienden es que un tipo puede desear a una mujer y aun así tirar con otra. Diablos, un tipo podría amar a una mujer y todavía tirarse a otras diez. Es tal y como es.

El sexo es una liberación. Puramente físico. Eso es todo. Al menos lo es para los hombres.

Vale, vale — cálmate — No empieces a lanzarme zapatos o algo así.
Al menos para este hombre lo es. ¿Mejor?

Tal vez vas a entender mi punto de vista si lo pongo de esta manera. Tú te cepillas los dientes, ¿no? Bueno, supongamos que tu dentífrico favorito es Aquafresh. Pero en la tienda se acabó. Todo lo que tienen es Colgate. ¿Qué vas a hacer? ¿Vas a usar Colgate, cierto?

Quizá quieras cepillarte con Aquafresh, pero cuando todo está dicho y hecho, usas lo que tienes para mantener limpios y blancos esos dientes. ¿Ves mi forma de pensar? Bien.

Ahora, volviendo a mi historia de angustia y dolor.
Nunca he seducido a una mujer antes.
Chocante, lo sé.

Déjame aclararlo. Nunca tuve a seducir a una mujer antes, no en el sentido típico. Generalmente, sólo toma una mirada, un guiño, una sonrisa. Un amistoso saludo, tal vez un trago o dos. Después de eso, el intercambio verbal sólo implica frases cortas de una palabra como más fuerte, más, más abajo... tú me entiendes.

Así que el concepto entero de conversar-con-una-mujer-para-llevarla-a-la-cama es muy nuevo para mí, lo admito. Pero no estoy preocupado. ¿Por qué no, te preguntas?

Porque yo juego ajedrez.

El ajedrez es un juego de estrategia, planificación. De pensar dos pasos por delante de tu próximo movimiento. De orientar a tu oponente donde necesitas que este.

Durante las dos semanas después de su primer día, tratar con __(tn), para mí, ha sido exactamente igual que jugar al ajedrez. Unas palabras sugerentes, algunas caricias inocentes pero seductoras. No te aburriré con los detalles de cada conversación. Sólo diré que las cosas están progresando bien; todo va según lo planeado.

Me imagino que tardará una semana — dos copas — hasta que yo sea capaz de reclamar ese tesoro dorado entre sus cremosos muslos. Ya sé cómo voy a jugarla. He pasado horas de hecho, imaginando, fantaseando acerca de ello.

¿Quieres oírlo?

Pasará una noche cuando estemos trabajando hasta tarde en mi oficina, —los únicos que quedan. Estará cansada, rígida. Yo me ofreceré a masajear su cuello, y ella lo permitirá. Entonces me inclinaré y le daré un beso, empezando en su hombro, seguido hasta su cuello, degustando su piel con mi lengua. Finalmente, nuestros labios se reunirán. Y estará caliente — jodidamente abrasador. Y va olvidar todas las razones de por qué no deberíamos: nuestro mutuo lugar de trabajo, su estúpido prometido. Lo único que podrá pensar será en las cosas que yo y mis expertas manos van a hacer con ella.

Tengo un sofá en mi oficina. Es de gamuza — no de cuero. ¿Se mancha la gamuza? Espero que no. Porque ahí es donde terminaremos — en ese sofá tristemente infrautilizado.

Ahora déjame preguntarte esto: ¿has visto esos anuncios que dicen cómo la vida puede cambiar en un instante?

Sí, sí, voy algún lado con esto — solo ten paciencia conmigo.

Sabes de lo que estoy hablando, ¿no? Donde la familia feliz está conduciendo por la calle principal en un día soleado y luego...BAM. Colisión frontal con un camión. Y papá sale volando por la ventana porque no tenía su cinturón de seguridad abrochado.

Tangled (Terminada)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora