Era un día soleado con una brisa fresca, donde los pájaros cantaban sin cesar y las hojas de los árboles se movían a la par del viento, era el día perfecto para salir con amigos o con la familia, en verdad habían pocos días como este, así que decidí aprovecharlo yendo con mi madre a la playa y con la mejor compañía que he tenido en mi vida Luna, una preciosa schnauzer, es la perrita más leal y cariñosa que he tenido, así que la amo a demasiado, la protegeré siempre de todo, creo que la mayoría hacemos eso con nuestras mascotas, pero así debe de ser, ellas nos protegen y nos aman, así que debemos hacer lo mismo, aunque existan personas que hagan lo contrario.
Mientras llegábamos a la playa mi madre y yo íbamos platicando sobre cómo nos acomodaríamos, ya que estábamos en pandemia y nuestra seguridad era la propiedad de ambas, así que acordamos de alejarnos de la gente para poder estar sin cubre bocas y estar cómodas, era lo ideal, y más si queríamos disfrutar la hermosa playa.
Al llegar ayude a bajar las cosas y nos instalamos alejadas de la gente, estábamos demasiado cómodas ahí, nada nos preocupaba, bueno lo único que podía preocuparnos era que Luna se quisiera ir corriendo a disfrutar la playa o bueno, dar un paseo sin alguna de nosotras.
-Sarah, recuerda decirle a Luna que no se vaya a ir corriendo-. Dijo mi madre mientras estaba acomodando las toallas.
-Si-. Voltee a ver a Luna y ella solamente me veía con la lengua de fuera, sonreí y le deje un beso.
-Luna mi amor, sabes que debes de quedarte aquí con nosotras, cuando sea el momento te sacare y así podremos mojarnos o dar un paseo juntas, ¿okay?-. Solamente me miro con su lengua de fuera, reí y me recosté en una de las toallas.
Es muy rara la vez que mi madre y yo venimos a la playa, aunque vivamos en un lugar de playa, casi nunca estamos en una, es raro, lo sé, pero que te puedo decir...te pondré una excusa y es el tiempo.
Mientras estábamos descansando empecé a imaginarme conociendo a mis artistas favoritos o cumpliendo mi sueño de ser escritora, porque realmente es uno de mis sueños, muchos lo creen imposible pero yo soy muy optimista, y aparte de ello creo en mí y en mis conocimientos, aunque siendo sincera soy muy joven como para tener varios.
Seguía imaginando cuando la voz de mi madre me interrumpió.
-Sarah, te soy sincera...extrañaba venir a la playa, este lugar me hace relajarme y olvidarme de todo, realmente no pienso en nada y espero que te pase lo mismo a ti-.
-Si mamá, es la cosa más relajante y escuchar las olas de mar al romperse, me relaja más-.
Muy cierto pero contiene algo de mentiras, siempre he preferido lugares fríos, totalmente diferente a lo que es la playa, muchos me odiaran, pero es la verdad.
Pasaron los minutos, y mi madre y yo habíamos decidido mojarnos un rato en la playa, y déjenme decirles que fue lo más refrescante que existe en el mundo, en verdad lo disfrute, fue un baño mágico y libre, a veces mi madre suele decir que ir al mar, mojarte y relajarte puede ser una limpia de tus malas vibras, raro, pero puede que sea cierto, yo le creo y así se siente.
Horas más tarde decidimos ir a comer, así que tomamos nuestras cosas y nos dirigimos a un restaurante cerca de la playa, se veía muy deliciosa la comida y olía increíble, así que nos sentamos y ordenamos. Mi madre ordeno una agua chile y yo ordene tostadas de ceviche, no soy muy fan del pescado pero debía aprovechar que estábamos frente al mar, aparte de ello solo vendían pescado, así que debía aun así consumirlo.
Terminando de comer decidimos irnos a casa, ya era algo tarde y ambas estábamos demasiado cansadas, así que era la mejor opción.
Al llegar a casa nos dimos una ducha, acomodamos las cosas que usamos en la playa y le di un buen baño a Luna, ya que venía llena de arena y mi cuarto en lugar de estar limpió, sería un almacén de arena; al terminar de bañar a Luna decidí dormir unos minutos, me sentía demasiado agotada.
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La estrella que me ilumina
Teen FictionUna noche a una adolescente llamada Sarah le dejaron una pequeña pero gran responsabilidad, que duraría para siempre, hasta el día en que no esté en este mundo, pero lo que ella no sabía era que aquel regalo le cambiaría completamente la vida y se l...