San Petersburgo, Rusia 01:30 A.M.
En menos de una hora, a una hora y media, entre risas y tragos, el par de enamorados brindaron por todo desde lo más trivial hasta lo más bizarro y continuaron así por un prolongado tiempo acumulando poco a poco cada trago en su sistema sanguíneo.
Una, dos, tres, seis, doce copas en total, y estas no fueron suficientes para ambos, dando como resultado una segunda y hasta una tercera ronda de brindis las cuales ya deberían ser como unas Treinta a cincuenta copas (y contando), al dar como resultado, el acabar de seis de las mejores champagnes que tenía el hotel de reserva.
Según estudios científicos el beber influye en nuestra personalidad en una variedad de maneras, algunos se ponen felices, otros agresivos o por default, impulsivos; sin embargo todos, o al menos la mayoría que haya tomado de más alguna vez, hemos sido el borracho emocional. . . la pregunta es: ¿Por qué?
En fin. . . Ya eso queda para otra ocasión, por suerte, el par de hombres de quienes hablamos en esta historia son de los ebrios alegres.
Siguiendo con nuestro relato, para la quinta tanda, pupilo y coach dejaron los brindis y pasaron a los retos ...todos puestos por el ruso quien se encontraba entonado por el licor mas no ebrio, y en efecto, su resistencia hacia honor a su apodo sobre el hielo "legendario", caso contrario del japonés, el cual estaba hecho un "bonito desastre" y uno muy bello.
Su cabello estaba despeinado con los lentes en la cabeza mal colocados, sus mejillas se tornaron muy coloradas por la cantidad del "néctar rosado embriagador" que había ingerido, la mirada la tenía picarona e inocente.
¡Ah! ni hablar de su ropa, parte de su cremallera estaba algo rodada hasta la mitad haciendo notar su espalda y pálida piel ya perlada por el sudor, posiblemente por el pequeño reto de mini baile privado de la canción "J'en Ai Marre de Alizeé" que el joven le estaba cumpliendo al descarado del Nikiforov aprovechando su vulnerabilidad y poca resistencia. Víctor no se cambiaba por nadie al ver semejante belleza con sus contoneos de caderas, pasos entre clásicos y/o modernos, muy estilizados y sin llegar a lo vulgar.
"No darle a Yuuri más de siete copas alcohólicas en público, a menos que estemos solos"
Yuuri le volvió a llamar pero mucho más infantil...
—¡Vic-to-ruu!, ...¡hip!... ¡Vic-to-ruuuuu!, ya cumplí con mi baile, ahora tienes que mímarme y abrázame, ¿Eres mi entrenador no? — finalizó con un bonito puchero mientras lo abrazaba y le observaba
—Yo solo tengo ojos para mi pupilo. —Le besaba su nariz mientras lo decía
—¿De verdad?...¿Solo tienes ojos para mí?
ESTÁS LEYENDO
「Y ahora... ¿Qué deseas?」- ♤ [Victuuri / Viktuuri] ♤ Comedia-romántica
Fanfiction「-"Y ahora ... ¿Qué deseas...? ¿la medalla de oro o al ganador, señor Nikiforov?" Dijo con un tono de voz bastante calmado, sin darse cuenta que eso fue lo suficientemente "contundente" para poner en jaque al ruso.」 Au Post-Canon parte 2: Donde Yuur...