Me alejé de ella bruscamente, había entrado en razón. Había besado al Perri Edwards, la chica de quién Leigh está enamorada. Me sentía horrible, traicioné a mi mejor amiga.
—Yo.. —Farfullé— ésto no debió haber ocurrido.. —Dije limpiando mis labios.
—¿Qué? —Musitó confundida.
—Acabo de traicionar a mi mejor amiga, lo siento.Dicho eso, me largué a correr por el corredor. ¿Qué había hecho?, soy la peor persona que puede existir en éste planeta, y ahora, gracias a aquel beso.. estaba confundida, ¿Qué sentía realmente por Perrie? ¿Por qué le seguí el acto?.. ¡Demonios Jade! ¡¿Qué ocurre contigo?!.
Oí como el toque de timbre hacía presente la hora de salida, me había saltado todas mis clases, no quería ver el rostro de nadie. Me levanté de la banca donde me encontraba y tomé mi bolso para dirigirme a casa.
Al llegar a mi destino, tiré mis cosas en la sala de estar y luego subí rápidamente las escaleras para echarme en la cama. Hoy era la fiesta de Christian, ¿Iré?, sí, no puedo fallarle a Brooke, ella es mi compañera de fiestas.Desperté, el reloj marcaba las 5:34 PM. ¿Cuándo me había dormido?, tomé el celular entre mis manos y ví que tenía dieciocho llamadas perdidas de Brooke y cinco de Leigh, catorce de un número desconocido.
—¿Hola? —Musité, primero llamaría a Brooke.
—¡Jade! ¡Estaba preocupada por tí! ¡Faltaste a todas las clases y luego como un alma errante te retiraste del instituto, y ahora, no respondes mis llamadas! —Gritó enfadada desde el otro lado.
—Lo siento. —Susurré recordando lo ocurrido— Hubo un.. inconveniente..
—¿Qué ocurrió? —Preguntó bajando su tono de voz, aunque, aún así, sonaba preocupado.
—Luego te cuento. —Llevé una de mis manos a mi cabello.
—Iré a tu casa ahora.
—¿Quién te invitó? —Cuestioné fingiendo estar ofendida.
—Yo creí que..
—Es broma. —Sonreí.
—Tengo el atuendo perfecto para tí ésta noche.
—¿Para mí? —Cuestioné confundida.
—Exacto, cortaré, debo llegar rápido a tu hogar, debemos estar listas.
—Claro. —Dije riéndo— Adiós.
—Hasta luego. —Corté.Siguiente llamada, Leigh.
—Jade te odio. —Musitó, su tono de voz sonaba preocupado.
—Lo siento.. —¿Por qué me disculpaba?, ni si quiera sabía el propósito de por qué me odiaba.
—¿Cómo se te ocurre largarte del Instituto sin aviso alguno? —Ahora no sonaba preocupada, Lee se encontraba enfadada.
—Lo siento. —Me disculpé nuevamente.
—La próxima vez no te olvides de avisar. —Me regañó.
—Claro. —Respondí.
Un silencio incómodo se hizo presente en nuestra conversación, últimamente yo y Leigh nos encontrabamos muy distanciadas.
—¿Irás.. irás a la fiesta de Christian?.
—Sí, me alistaré junto con Brooke en casa, ¿Vienes?
—Está bien, llegaré en veinte minutos, ¡Bye! —Se despidió.
—Vale, adiós. —Dije cortando la llamada.Con el celular en mi derecha, me tiré a la cama de espaldas y llevé ambas manos a mi rostro, no me sentía muy bien, mi cabeza dolía y me encontraba débil. Ahora solo quedaba aquél número deconocido, ¿Quién me llamaría catorce veces?.
—¿Hola? —Saludé dudosa cuando atendieron la llamada.
—¿Por qué no atendías?. —Dijo fríamente desde el otro lado. Se trataba de ella, Perrie había marcado a mi número catorce veces— ¿Jade? —Preguntó al oír que no emitía palabra alguna, no podía hacerlo, algo me lo impedía— Iré a tu casa, ahora. —Dijo y cortó.
¡¿Qué?!, ella no podía venir ahora. Justamente no ahora que Leigh y Brooke vendrían.De un momento a otro el timbre emitió aquel sonido tan característico que, por primera vez, me ponía nerviosa. Lentamente bajé las escaleras, ¿Qué diría Leigh si encontrara a Perrie en mi hogar?.
Abrí la puerta con una lentitud impresionante, pero el ser del otro lado la empujó y me tomo de las manos delicadamente, dejando la puerta de entrada totalmente abierta.
—Pe.. Perrie.. —Farfullé evitando su mirada— Dame espació porfavor.. —Supliqué sacando mis manos de su agarre.
—Siento lo ocurrido. —Dijo con su mirada en otro lugarr— ¿Por qué no atendías mis llamadas? —Dijo, ésta vez, observandome a los ojos, sus brillantes luces me llevaban a otro mundo, el azul era mi nuevo color favorito.
—Dormía. —Contesté fría— ¿No puedo descansar? —Bufé.
—¿Por qué no volviste a clase? —Se acercó a mi.
—Yo.. yo no quería.. no quería.. —Farfullé.
—¿Jade? —Oí la voz de Leigh, oh no.
—¡Jade! —Dije aléjandome de Perrie— ¿Cómo estás? —Sonreí fingidamente, se encontraba atónita, podía verlo en sus ojos. Giré a ver a Perrie y la fulminé con la mirada, maldición..
—¿Qué hace Perrie aquí? —Articuló con dificultad.
—Yo.. —Miré hacía otro lugar— ella..
—Vine por mi ropa. —Finalizó.
—¿Agarrandola de la mano? —Cuestionó.
— Tropecé.
—Iré.. iré por tu atuendo Perrie. —Dije volviéndome a la escalera.
Subí con rapidez hacia mi habitación, al llegar, busqué entre mis cosas y allí estaba el atuendo de Perrie, lo tomé entre mis manos y me dirigí donde antes, la muy idiota se encontraba de pie la puerta de mi recámara.
—¿Qué haces aquí? Debes bajar, Leigh se enfadará conmigo. —Dije frustrada.
—¿Por qué se enfadaría?.
—Porque ella te quiere. —Por alguna razón aquello me hizo sentir una punzada en el pecho— & iré a la fiesta de Christian en dos horas, debo darme prisa. —Dije evadiéndola y comencé a bajar las escaleras. Leigh se encontraba sobre el sofá junto con Brooke, olvidé mencionar que ella también se encontraba allí.
Segundos después Perrie bajó y le hize entrega de su vestimenta obligandole a marcharse.
—Bien, ¡A alístarnos! —Exclamó Brooke.
—Jade.. —Me llamó Leigh en un susurro.
—Dime. —Respondí con una sonrisa.
—¿Tú.. tú sientes algo por ella?..
—¿Por Perrie?. —Dije confundida, mis manos habían comenzado a sudar, ¿Por qué?.
—Sí, y porfavor sé sincera.
—Yo..
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"No Me Asustas, Edwards" adaptación
FanfictionMi instituto es diariamente intimidado por una chica de nombre Perrie Louise Edwards desde tiempos que yo aún no sé. En fin, esa tal Perrie, siempre trata de que las chicas pasen un mal día, cosa que no me importa, mientras que ami no me moleste...