⌁. ࣪˖❛Dos ˖ 🎤

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── ¿Por qué me comprometí en volver? ── susurró HongJoong mientras terminaba de colocarse una cafarena de cuello alto.

El omega andaba de un lado al otro, pensando en si era buena idea el regresar al apartamento del menor. HongJoong no era ningún tonto para no darse cuenta la forma en que casi todo había cambiado. Tenía ese presentimiento, esa pequeña sensación que le advertía que Mingi no era solo un donsaeng al que debía de cuidar y aconsejar. Dios, no. Él hasta en una ocasión había visto los gruesos labios del alfa con suma atención, como si estuvieran tentándolo a ser atrevido.

── Esto es un error. ── se reprochó, sintiéndose realmente decepcionado por haber pensado de otra forma sobre Mingi, el chico menor que adoraba consentir y cuidar.

Exasperado, optó por sentarse en uno de los sillones individuales. Tenía que alejarse del peligris, pero a la vez no deseaba hacerlo. ¿Por qué tenía esos extraños sentimientos? Mingi era como su hermano menor, nada de lo que pensaba era correcto.

Su celular vibró en la mesita de cristal, se reincorporó y lo tomó entre sus manos. Era un mensaje del alfa, avisándole que él ya estaba listo y que lo estaba esperando para empezar con el maratón.

HongJoong sonrió al ver los emoticones que este adorablemente había puesto. ── Solo fue una confusión, nada más. ── murmuró con seguridad mientras negaba con la cabeza. ── Quizás necesito conocer más gente. ── dijo con desinterés, levantándose para guardar el móvil y la tarjeta en el bolsillo de su pantalón holgado.

Sus pasos fueron lentos, mientras en su cabeza tenía un revoltijo de pensamientos. No tenía por qué darle demasiada importancia, para él solo era una mala pasada que le estaba jugando su mente. Sí, eso.

Soltó un profundo suspiro al estar frente a la puerta del peligris y luego se dispuso a tocar suavemente, como si deseara no ser escuchado. De inmediato fue recibido con una preciosa sonrisa dibujada en el rostro de Mingi; él intentó corresponderle, dejando atrás las estupideces que vagaban por su cabeza.

── Estás aquí. ── susurró, como si estuviera asegurándose de que aquello no fuera un tonto sueño. El alfa tenía la mirada brillante, en sus orbes oscuros se podía ver una lluvia de estrellas resplandecientes. ¿Por qué HongJoong no se daba cuenta de lo mucho que lo adoraba?

── Sí, lamento la demora. ── fue lo único que dijo.

── Oh, no te preocupes. A decir verdad no creí que volverías. ── hizo una mueca de tristeza, su corazón hubiera dolido si realmente HongJoong no regresaba otra vez. ── Pero, pasa, por favor. Estuve acomodando los sillones y ya prendí la televisión.

"Vamos HongJoong, deja de ser tonto. Es tu amigo, tu pequeño donsaeng." ── se dijo internamente, borrando toda mala actitud para sacar a flote su lado suave y cariñoso.

── Hey, no creas que me he olvidado sobre tu cena. ── respondió con diversión, dándole una sonrisa de labios cerrados que fue más que suficiente para dejarlo embobado. ── Primero prepararé algo ligero, luego decidimos las películas que veremos. ¿De acuerdo?
── De acuerdo. ── asintió con entusiasmo. El lobo de Mingi corría de un extremo al otro ante el mero pensamiento de imaginarse a HongJoong como su omega, siendo tratado con amor y dedicación como solo él podía ser capaz de hacerlo.

El pelinegro pasó, dejando esparcido en el aire su dulce aroma a vainilla. Mingi cerró la puerta con cuidado y se dedicó a mirar el delicado cuerpo de su hyung, quien con total confianza y seguridad se dirigía hacia la cocina.

── Preparé algo de arroz frito y verduras. ── se encaminó hacia la refrigeradora y de ella sacaba algunos ingredientes. La familiaridad con la que hacía todo eso le indicaba una vez más que el alfa era como su hermano menor, un miembro más a quien debía apoyar.

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⏰ Última actualización: Oct 24, 2021 ⏰

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