Lodo 🌻 XUANCHENG

Hay confesiones y un viaje que tomar

N/A: El significado de algunas palabras están en los comentarios. 

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Fuera de la cálida e inmensa mansión, una fuerte lluvia cae. Raspa los rascacielos de una imperiosa ciudad y se desliza limpiando los tejados de las modestas casas. La suciedad baja por la colina como riachuelos.

Jin ZiXuan bebe perezosamente de su copa de champagne mientras mira por el gran ventanal del salón. El sabor efervescente hace cosas increíbles en su lengua, dejando un rastro amargo y dulzón en su paladar.

Es delicioso, pero no su favorito.

Este era el preferido de su madre.

Sin embargo, ella no está en su mismo plano existencial, por lo que ya no puede recordar con exactitud su sonrisa al beber. O su mirada cuando descubrió que era su favorito.

Detalles tan simples se han ido difuminando poco a poco en su visión, hasta el punto de no saber diferenciar entre un recuerdo falso, uno ajustado a sus percepciones e idealizaciones y uno verdadero.

Deja la copa sobre la mesa. Y sus oídos sintonizan nuevamente el cacareo de la gente en el salón. Todos discutiendo con palabras floridas y adornadas sobre temas importantes. Con máscaras que ocultan su verdadero yo, la forma hambrienta y desordenada de ver las cosas, de dejarse llevar por ello.

Hay varios clanes principales reunidos hoy. Desde los cinco grandes hasta los que apenas tienen una reputación sostenible en las calles. El padre de ZiXuan se posiciona entre uno de esos cinco y, actualmente, se regodea en su estúpido trono ―con tres mujeres a cada lado― como si no hubiera nadie capaz de bajarlo de allí.

ZiXuan sabe que eso es lo más ridículo que puede pensar su padre.

De entre todas las cosas, no le tiene miedo a los hijos que dejó por el camino. Creyó que por darles unas pocas monedas de oro dejarían el asunto olvidado.

Pero ¿es realmente así?

No, por supuesto que no. Cuando su madre y su padre decidieron ―sin tapujos― que sería esposo de la hija mayor de los Jiang, cuando se le obligó a hacerse cargo de las distintas organizaciones de la empresa, cuando le arrebataron la juventud con sus pretextos beneficiosos sólo para sí mismos y nada para él, ZiXuan alzó la voz y decidió finalizar con esto.

Trabajó con sus hermanos cercanos: Meng Yao, Mo XuanYu y Qin Su. Los cuatro lograron crear una red de espionaje lo suficientemente grande y cautelosa como para perseguir a su padre como una sombra.

Y ahora tienen las pruebas juntas para derrocarlo.

Hoy será ese día.

ZiXuan deja de mirar el salón lleno de hipocresía social y dirige sus ojos al balcón del otro lado, de donde emergen tres indistinguibles figuras en trajes negros con morado. Sabe quiénes son y, gracias a algún buen dios, tiene la oportunidad de ser cercano a ellos.

Jiang YanLi, Wei WuXian y Jiang WanYin.

La primera tiene una gran barriga, con dos pequeños niños que en un futuro se encontrarán correteando por todos lados. Después de romper el compromiso entre ellos, hablando y solucionando las cosas de la forma correcta —ignorando la promesa de una paliza de parte de ambas familias en caso de que no se cumpla lo pactado—, su acuerdo terminó en paz. Jiang YanLi se haría responsable de la conexión entre ambos clanes y también se encargaría de la parte comercial entre ellos.