¿Puedo?

¿Alguna vez te arrepentiste de algo que hiciste casi de forma inmediata?

Tanjiro y él eran amigos, se conocieron desde pequeños y siempre jugaron juntos, conoció a su familia y estuvo a su lado cuando todos perecieron en un accidente.

Rogó al cielo por qué no se extinguiera la vida de Tanjiro, cuando el accidente también lo mando al hospital.

Su amistad era bella y sin embargo... ¿Cómo terminaron así las cosas?

Hace un par de semanas el niño de cabellos burdeos lo miraba diferente, le sonreía con alegría pero era extraño, parecía sonreírle así, sólo a él.

Ni siquiera se sentía con la misma confianza para jugar con su cabello o estar cerca del muchacho.

Entonces... Unos días después notó la mirada abatida de su pequeño amigo, porque había una diferencia de 4 años entre ellos, el tenía 21 y su amigo tenía 17.

Tanjiro lo miró con tristeza antes de preguntar.

-¿Hice algo que te molestó?

-Para nada...

El menor le miró tan dolido y le dijo por primera vez.

-Me gustas... Me gustas tanto que es difícil respirar si estás así de distante conmigo.

-Yo...

-¿Acaso yo no te gusto?

-Es... Lo lamento, no puedo corresponder.

Entonces Tanjiro lloró cubierto con sus manos en su rostro, el dolor recorrió sus venas como jamás pensó que sería, le devolvió la mirada con más estabilidad y mientras le sonreía le respondió.

-Muchas gracias Rengoku-san, gracias por decírmelo y... Espero comprendas si no podemos vernos en un tiempo.

-No quiero que dejemos de ser amigos.

-Para nada, seguiremos siendo amigos, sólo dame un poco de tiempo, porque debo sacarte de mi corazón y dejar sólo nuestra amistad.

"Debo sacarte de mi corazón" la voz de Tanjiro repetía esa parte mentalmente en la cabeza de Kyojuro, pero se sintió extraño al verlo sonreír y despedirse de él como si no fuera a regresar nunca.

Exactamente después de un mes en el que sus propias palabras le sonaron tan ajenas en su mente, por fin pudo volver a ver a Tanjiro.

La escuela en la que daba clases era la misma a la que el niño se había transferido, sabía que no era a propósito pues nunca le contó al pelirrojo que trabajaba allí.

Se sorprendió de verlo entrar a clase sin siquiera saludarlo, se comportó como un extraño.

Terminando la clase, quiso detenerlo y seguir hablando con él para que le contara lo de su transferencia, pero entonces el reloj le avisó que su siguiente clase estaba por iniciar.

Él no sabía que Tanjiro lo había estado esperando en su casa todo este tiempo, deseando que estuviera arrepentido de lo que dijo, pero las cosas no fueron así y entonces el joven de ojos rubí se decidió a no esperarlo más.

Kyojuro se arrepiente desde el fondo de su corazón cada vez que está cerca y tan lejos.

Y la razón es tan obvia, a pesar de que han vuelto a hablar, Tanjiro le niega cualquier clase de contacto físico, no ha podido tocar sus manos, no le permite abrazarlo como antes y sus palmas sienten frío cada vez que el niño se aleja del tacto de sus dedos.

Han pasado más de 6 meses en los que Tanjiro le ha negado el permiso para volver a tocarlo y al volver la vista sabe que el dolor de perder a la persona que siempre creyó suya, es la evidente nota de las tres cosas por las que debe arrepentirse el resto de sus días.

La primera es arrepentirse de haber alejado a quién tanto desea.

La segunda es arrepentirse de su falta de inteligencia para no haber entendido que realmente amaba a esa persona.

La tercera... Es arrepentirse de no tener el valor para ser el primer hombre en besar a Tanjiro.

Pero Kyojuro también sabe que no quiere tener una cuarta razón por la que arrepentirse.

Así que, como hombre decide darle un golpe en la frente al chico de cabellos negros, ojos azules y piel pálida que besa a su chico para separarlo.

-¡Hey!

Con su mirada sonriente aleja a Tanjiro de Tomioka y aunque su chico está extrañado de su reacción, no le da tiempo de discutir antes de cargarlo en su hombro y decirle al sujeto que lo ha besado.

-Mmm... Este chico es mío, busca otro para que sea tuyo.

Cuando llega a su auto y se suben los dos, maneja hasta llegar a su casa.

-¡Tanjiro!

El pelirrojo no ha hablado desde que salieron de la escuela y parece un poco confundido.

-¿Qué sucede?

-No puedo tener tu primer beso... Pero... ¿Puedo tener tu primera vez?

Al escuchar eso se sonroja y se encoge en su lugar.

-¿Qué estás diciendo?

Tanjiro observa como Kyojuro baja del auto y abre su puerta, lo carga en su hombro y cierra el vehículo, entra a su departamento y cierra con seguro.

Ahora es Tanjiro quien sabe que no hay escapatoria, pues Kyojuro lo desviste con prisa mientras lo besa con pasión y desesperación.

Ninguno de los dos puede dejar de escuchar el hermoso sonido que hace el contrario cada vez que se recuerdan a si mismos que está es la primera vez que se besan, la primera vez que hacen el amor u la primera vez que están unidos el uno al otro.