Pobre chico enamorado,
está cegado por tanto amor.
Polvos de estrellas caen
y tiñen de maravillosos colores su alrededor.
Suspira y alegremente sonríe,
cosquillas invaden su inquieto corazón.
Está por vomitar miles de mariposas
y perder lo poco que le queda de razón.
Es como una droga.
Sigue cantando,
aunque no sé sepa entonar,
él continuará desafinando.
Oh pobre chico enamorado,
fuegos artificiales recorren sus venas.
carcajea nervioso,
sus emociones lo sobrellevan.
Baila entre la multitud,
aunque duela amar,
seguirá moviendo sus pies,
porque ahora es incapaz de parar.
Oh él está sumamente embobado,
ya no sabe si es sueño o realidad.
Estar cuerdo no le importa,
solo quiere su afecto entregar.
Todo da vueltas,
risas y risas escapan de su boca.
La alegría colapsa en su sistema,
y con las paredes se choca.
La fiesta aún no está por acabar,
su mente ya no puede procesar sus palabras.
Permite que su catarata de sentimientos,
salga de su escondite así sin más.
El miedo desaparece,
no le importa entero entregarse.
Las tonalidades le abruman,
y otro vaso de dulce alcohol le ofrecen.
Ya estando tan lejos no va acobardarse,
deja fluir la empalagante voz de su palpitante corazón.
No le interesa que lo amen,
simplemente quiere descargarse.
Ya no quiere ocultar tantas mágicas emociones.
Gira, gira y vuelve a girar,
mientras canta con sus dos pulmones,
dejando todo su aire escapar.
—¡Qué más da! ¡Qué más da!
Eres mágico, querido.
Más resplandeciente que las estrellas,
la constelación más fascinante que he conocido.
—¡Ódiame si gustas! ¡Ódiame!
De todas modos seguiré queriéndote
hasta los confines del universo,
más allá de donde los satélites lleguen.
Él grita emocionado,
a estas alturas se le es difícil contenerse.
Sin darse cuenta,
ha dejado el cofre de sus sentimientos destapado.
—Oh tu forma de mirar
¡Es la más bella que he podido apreciar!
Tan cálida, dulce y brillante
¡Qué hace mi cobarde corazón danzar!
Ya no sabe lo que está haciendo,
ni las barbaridades que por ahí va diciendo.
Simplemente se deja caer
en esas chispeantes sensaciones.
Quizás el día de mañana olvide todo lo que cantó,
y niegue sus aflorados sentimientos,
ocultando su corazón con esmero,
así estar libre de arrepentimientos.
Cuando la noche se desvanezca
y la gente duerma
puede que él se apague,
y retorne a su viejo yo de antes.
Sin embargo el firmamento de estrellas permanecerá allí,
junto a la luna serán cómplices,
de ese primer amor
el cual el torpe joven en su adolescencia experimentó,
y que con todo su ser confesó.
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Hola querido lector o lectora. Gracias por leer, espero que disfrutes esta recopilación de poemas relacionados al amor en si. Con esto dicho me despido.
Monstruo Sagrado
