(...)-Lamento no ser como tu!- escupí con los labios apretados y un signo de dolor en mis ojos.- Lamento no ser una cínica, hipócrita y mentirosa- dije- Y no poder fingir que estoy bien cuando en realidad me estoy volviendo loca...-no llore pero mi voz se quebró a tal punto que podría jurar que solo fue el eco de mi corazón cayendo.
¿Que es lo que quieres?-pregunte con ira, estaba apunto de responderme pero le corte -¿Por que me haces esto? ¿Soy fácil para ti? ¿Soy un juego?- mis ojos vidriosos, podía sentir la humedad en ellos, estaba enojada y al limite.
-Y-Yo...-sus palabras salieron sin fuerza, en un susurro, mi pecho se encogió mientras el nudo en mi garganta me asfixiaba sin piedad.- ¿Por que no puedes verlo? ¿Por que no puedes ver que estoy jodidamente enamorada de ti maldito imbécil insensible?- estaba loca, pero si, carajos si!, había aceptado que lo amaba y no de la mejor manera, casi se lo grite.Los ojos de Lay brillaron con un tinte que no pude distinguir, antes de que pudiera decir algo lo confronte nuevamente- Eres un imbécil! un idiota! y jamas cambias...un día vienes a mi al otro desapareces- mi respiración se agitaba.- un día me tomas al siguiente me arrojas como si fuera un maldito juguete- estaba al borde...- ¿Quien demonios te crees que eres?- y no había vuelta atrás.- ¿Quien demonios te dijo que podías lastimarme?..eres malo...Lay tu...-su solo nombre quemaba mi garganta- eres...-mi voz se quebró nuevamente ahogando un sollozo, seque una lagrima que se deslizo por mi mejilla.
Justo cuando volví a mirarlo, estiro su mano hasta mi cintura y me jalo arrojándome contra su pecho estaba apunto de quejarme por lo sucedido pero detuvo cualquier intento, sus labios se estamparon contra los míos, con necesidad, movía sus labios con urgencia, mis mejillas comenzaron a arder y mi cuerpo estaba sofocado, la pasión se colo por mis poros, estaba completamente perdida en ese momento.Sus manos fueron hasta mi rostro sujetándolo y acercándolo mas a el, mientras sus labios seguían ajustándose perfectamente a los míos hacían una especie de danza propia yo solo le seguía, mi estomago parecía volcarse y llenarse de fuertes sensaciones, el corazón me iba a estallar estaba casi segura de ello pero no quería que se detuviera.
Hizo una pausa y me recordé a mi misma que debía respirar junto su frente a la mía.- Creo...que estas en problemas...-dijo con su voz ronca, yo lo mire con una interrogante dibujada en mi rostro Lay lo capto de inmediato.- Veras eres como un abito- me explico.- una adicción... de la cual nunca tengo suficiente...-mi corazón se detuvo y el volvió a juntar nuestros labios(...)