chapter fourteen.

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¿Alguna vez has hecho algo estando tú mente en otro lado? Haciendo las cosas en modo automático ¿Qué cuando regresas en sí no recuerdas cómo llegaste a hacer tal acción? Y más al percatarse que te habías equivocado.

Bueno, eso mismo le acaba de pasar a Jungkook.

El alfa se encontraba hincado con un balde de agua y un cepillo en sus manos, Jungkook volteó hacia el piso encontrándolo de color negro y con grumos, arrugó la nariz al sentir el aroma de café.

Estaba tan ido en sus pensamientos que no se había percatado que en vez de agarrar el jabón había agarrado café.

Suspiró cansado, metió el cepillo en el balde, se levantó y se dirigió a la cocina para deshacerse del líquido con café. Desde su pelea con Taehyung mente ha estado más tiempo perdido en el espacio tiempo.

Cuando empezó su labor de limpieza ha cometido errores bastantes absurdos. Uno de ellos es haber metido las piernas de pollo a la lavadora y los calcetines y los bóxers fueron directo a la olla donde hacía la sopa, mientras que las toallas fueron guardadas en la gaveta y los platos fueron acomodados verticalmente en el librero.

Jungkook no podía concentrarse, su mente estaba en la noche anterior y el cómo había tratado a su omega.

Realmente se arrepentía, no era la forma de tratar a su esposo, tampoco era la forma para que su esposo perdonará a su hermano.

Simplemente no podía obligar a Taehyung, las cosas se tenían que salir naturales y si Taehyung perdonaba a su hermano era porque él quería no porque lo obligara.

Jungkook frunció el ceño al escuchar la contraseña siendo puesta y posteriormente la puerta siendo abierta.

Los únicos que sabían la contraseña era Taehyung y el pero era imposible, Taehyung no puede ser ¿O si? Él estaba trabajando ¿Verdad? Jungkook decide investigar a ver quién había entrado a la casa no sin antes agarrar un sartén como arma.

Se asomó un poco del marco de la puerta para ver quién entraba pero vaya su sorpresa fue cuando su nariz captó un leve aroma a vainilla haciendo su lobo brincar de emoción.

Dejando el sartén en la mesa, salió de su escondite y fue hacia la puerta en donde vio un rubio con una pancita ya crecidita entrando al departamento.

Taehyung paró en seco al vislumbrar al alfa parado varios metros frente a él. Al inicio Taehyung había llegado temprano con la idea de hacer las paces, pero mientras iba caminando hacia el penthouse había recordado el inicio de la pelea, así que él y su orgullo decidieron hacer sufrir un poco más al alfa.

No importaba que su lobo se regocijaba al sentir el aroma a pino de su alfa, él no iba a hacer el primer movimiento.

Entonces, si no iba a hacer el primer movimiento ¿Por qué está tirando todas sus cosas en el suelo y se dirigía corriendo abrazar al alfa?

Y lo más importante ¿Por qué está ronroneando cuando el alfa le regreso el abrazo y lo envolvió con ese embriagante y tranquilizador aroma?

Pero realmente no importaba cómo habían llegado a eso, tampoco importaba el cómo Taehyung llegó a sentarse en el sofá con Jungkook sentado encima de él a horcajadas, tampoco el cómo habían terminado haciendo el amor ahí mismo en el sillón y con los dientes de Jungkook perforando la piel de su cuello.

No importaba nada de eso, lo que importaba era que estaban juntos sintiéndose en paz y en armonía.

Estaban tranquilos, sintiendo el cuerpo del otro, Taehyung seriecito regalando leves caricias en la espalda del alfa y Jungkook lamiendo la marca renovada.

Pero ambos sabían que la paz no duraría mucho ya que tenían una plática pendiente.

—Lo siento—. Jungkook fue el primero en tomar la palabra. Aún se encontraba su rostro escondido entre el hombro y el cuello del rubio, no quería ver el rostro de su omega. —Fui un idiota, no debí tratarte así.

—Es cierto—. Hubo un pequeño silencio incómodo antes de que Taehyung continuará. —Pero yo también tengo parte la culpa, en primer lugar no debí prohibirte ver a tu hermano, después de todo es tu familia y tienes todo el derecho al verlo, yo me cegué por mi odio y mis temores que termine afectándote.

—Te entiendo.

—No, no lo haces—. Taehyung apretó un poco la piel del alfa recordando su pasado con coraje—. Todas esas humillaciones, insultos, me hacían sentir tan pequeño, como si no valiera nada, con el simple hecho de que soy omega. ¿Cómo puedes saber eso? ¿Cómo puedes saber que solo por ser un género ya te tachen de una forma y tienes que seguir ese régimen? ¿Qué solo por ser diferente te digan que estás defectuoso? ¿Cómo puedes saber si tú naciste en una cuna de oro? Además naciendo como un...

Taehyung suspiro. —Siendo alfa es tan fácil, no se burlan por seguir tus sueños, no te ven incapaz de ser dueño de una empresa, no te ven como una máquina de bebés.

—Estas equivocado—. Taehyung frunció el ceño al escuchar esa respuesta del alfa. Jungkook se separa lentamente del cuello del omega para hacer contacto visual. Tengo que aclarar que aún se encontraba sentado a horcajadas del rubio. —Ser alfa no es tan fácil como piensas.

—Puede que los alfas tenemos ciertos privilegios, pero a veces esos privilegios nos ponen en contra—. Jungkook desvió la mirada. —Dices que no se burlan de los alfas por seguir su sueño. Pues te equivocas. ¿Cómo crees que mis padres reaccionaron cuando les dije que quería ser un pintor? No me echaron rosas. Créeme, les costó mucho trabajo asimilarlo.

Taehyung no quitaba la mirada de un sonrojado Jungkook. —Ellos creían que esa profesión no era digna para un alfa como yo, que yo debería estar en una oficina lúgubre lleno de papeles revisando cuentas y gráficos, que lo de pintar lo dejara a un beta o a lo mucho un omega, que esa profesión no me iba a ayudar nada en la vida. Así que si, puedo llegar a entenderte como te sientes, y no solo en el ámbito laboral si no en lo personal, porque toda mi vida me han llegado comentarios de como un alfa debería comportarse y he llegado a tener muchos problemas por no estar en el promedio.

—Nunca me lo comentaste—. Jungkook se encogió de hombros.

—No lo vi necesario. Me conociste cuando las aguas se calmaron y ya era un pintor estable, no le vi la necesidad de rascar el pasado doloroso.

Taehyung hizo un puchero, mientras que él se la vivía quejándose y quejándose de cómo fue tratado y el cómo siguen tratándolo el alfa pasó y tal vez sigue pasando por lo mismo que él y nunca dijo nada.

—Hable con mi hermano—. Taehyung levantó la mirada que no se había percatado que había bajado y conectó miradas con el menor. —Le dije que aún no estabas listo para verlo y él lo entendió, así que mis padres vendrán solo a la reunión.

Taehyung sonrió enternecido, realmente su alfa era el mejor.

Con sus dos pequeñas manos acunó el rostro del pelinegro y lo acercó a él dándole un suave y tierno beso que Jungkook siguió. Jungkook paso sus manos por la pancita del omega sintiendo el pequeño bulto, no pudo evitar sonreír mientras daba leves caricias a sus cachorros dentro del omega.

—¿Eso significa que estamos bien?—. Taehyung sonrió con ternura al ver el brillo en los ojos de Jungkook.

—Si, estamos bien—. Jungkook sonrió y abrazó al omega, sintiendo nuevamente la pequeña pancita esta vez en su abdomen.

Taehyung le regreso el abrazo, su sonrisa era tan enorme en esos momentos, estaba tan feliz de tener a su bebé alfa entre sus brazos nuevamente, su lobo incluso haría una pequeña fiesta dentro suyo.

Taehyung frunció el ceño extrañado al percatarse de algo.

—¿Jungkook?

—¿Mmhm?—. Respondió adormecido.

—¿Por qué hay platos en el librero?

Jungkook se sonrojó fuertemente.

Trágame tierra.




fachas me convencieron, ahora si, nos vemos mañana.

ADAPTACIÓN | 𝐀𝐂𝐓𝐈𝐕𝐎 𝐄𝐌𝐁𝐀𝐑𝐀𝐙𝐀𝐃𝐎 | 𝐭𝐚𝐞𝐠𝐠𝐮𝐤.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora