Capítulo II

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—¿Me puedes explicar qué diablos fue eso? — Exigió Stark cuando salieron del ascensor.

Llegaron juntos a la torre Stark, quedaba más cerca y Tony ya no soportaba el silencio que mantenía Steve, mientras ignoraba sus preguntas. Durante todo el viaje el rubio se mantuvo ocupado mirando la ventana, perdido en sus pensamientos.

Steve solo miro a Tony después que hizo la pregunta, sabía que debía hablar, decir al menos algo, pero aún estaba incómodo por lo sucedido en el bosque. 

"Si hubiera dicho la verdad desde un principio nada de esto estaría pasando", se regañó.

—Yo... no— Steve trató de buscar alguna oración coherente en el mar de pensamientos.

—Steve, explícame por qué actuaste así— Pidió Tony esta vez algo más calmado. 

Steve levantó la vista, encontró los ojos cafés de su pareja, como detrás del falso enojó podía ver la preocupación.

— Está bien, te diré la verdad— Hablo Steve, sabía que no podía seguir mintiéndole porque tal vez en el futuro sucederían cosas como estas o incluso peores —Solo mantén la mente abierta, y déjame hablar.

Tony estaba a nada de replicar, sin embargo, Steve le sostuvo su mano y le llevó al sofá, luego de que ambos estén sentados soltó un suspiro audible. 

"Sería mejor dar esta noticia mientras él está sentado", pensó el rubio.

—Yo no conocí a mi padre— Empezó a contar sin mirar a Tony— Mi madre me decía que era un soldado, que murió poco después de que nací; y yo nunca dudé de ella, pero un día antes de un examen muy importante me puse muy nervioso... Hubo un incidente, creí que aquello fue sueño porque había despertado en mi cama. No obstante cuando bajé para decirle a mi mamá lo que había soñado, la vi conversando con dos hombres que no había visto en mi vida, ellos mencionaron el nombre de mi padre y sobre su manada.

— ¿Una manada? — Dudo Stark, sin embargo, Steve hizo una seña para que lo dejara continuar.

—Aquellos hombres hablan sobre hacerse cargo de mí, como lo hicieron con mi padre, sin embargo, antes que pueda escuchar otra cosa más, mi mamá se dio cuenta estaba ahí, me dejó en mi cuarto hasta que los hombres salieran de mi casa. Esa noche mi mamá me dijo la verdad sobre mi padre— Steve corto su historia para soltar un suspiro y tomar un poco más de fuerza por lo siguiente que iba a decir— Mi padre era un... Licántropo.

Tony guardó silencio al escuchar todo lo que había dicho su pareja, frunció el ceño mientras trataba de entender todo eso. 

— Steve— Llamo Stark, haciendo que el rubio levantó su vista— No tienes que inventar una historia, sea lo que sea yo...

—Lo que te dijo es la verdad— Contestó el rubio con firmeza —¿Por qué piensas que estoy mintiendo? 

—Lo siento, pero no puedo creer que seas una de esas criaturas de fantasía— Respondió. 

Steve reprimió un gruñido al sentirse algo ofendido por el comentario del castaño, trato de ser comprensivo, era obvio que no le creería a la primera. Los seres como él se escondían en lo profundo de los bosques, procurando estar lo más lejos de cualquier contacto humano, sin contar el hecho que si querían podían pasar desapercibidos como humanos, aunque por su naturaleza interna preferían estar en manadas lobunas; y Tony era un hombre de ciencia, ponía en duda cualquier cosa que le dijeran, solo podía confirmar o negar algo con las evidencias suficientes.

—¿Qué puedo hacer para que me creas? 

—Hoy es luna llena ¿no?— Comentó Tony —Tal vez su esperamos lo suficiente, tú puedas...

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