BROKEN MELODIES, nct.

@na ♥︎ jaemin.

── Jaemin. ── jadeaste, tratando de liberarte de su agarre de hierro, pero él no te dejaba ceder ni un centímetro, sino que mordía juguetonamente la carne de tú muslo.

── Quédate quieta, princesa ── te advirtió, con su voz ronca, antes de que aplastara su lengua contra tú núcleo para hacerte maullar.

── Jaemin, por favor. ── te quejaste de nuevo, pero él no quería decir nada, usando su agarre en tus muslos para tirarte más hacía abajo hasta que ya no tuvo que estirar el cuello.

Jaemin siempre decía que le encantaba comerte fuera y tú nunca lo negabas, pero cuando te pidió que te sentaras en su cara, te preocupaba asfixiar al pequeño.

pero por testarudo qué fuera tú novio, te había convencido de que te sentaras encima de él de todos modos.

un dolor agudo en el muslo donde había vuelto a hundir los dientes, lo sacó de sus pensamientos moradores.

── Deja de pensar tanto. ── se quejó casi, dejando que su respiración golpeara tú centro para hacerte temblar.

── Y déjame hacer esto por ti. ── con eso presionó sus labios contra tú clítoris en un beso prolongado, tarareando en voz baja contra ti hasta que sintió la tensión escaparse lentamente de tus muslos.

── Esa es mi bebé. ── alabó suavemente, con la voz apagada, pero las palabras te hicieron gemir de todos modos.

sin permitirte pensar demasiado de nuevo, inmediatamente comenzó a lamer tu centro nuevamente, sumergiendo su lengua en tú calor hasta qué tus muslos temblaron de placer y no de intentar luchar contra su agarre.

aflojando el agarre de los moretones en tú muslo, Jaemin desenroscó suavemente tú mano de donde estabas agarrando la cabecera para llevarla a su cabeza donde las amarraste en sus mechones entintados, tirando suavemente de las gradas, lo que te valió un profundo gemido contra tú núcleo, qué te hizo apretar alrededor de su lengua.

── Joder. ── maldijo mientras miraba hacía abajo y veías a jaemin mirándote, sus ojos oscuros estaban vidriosos con un brumoso placer.

── Te gusta así ¿no? ── el gemido qué dejó escapar cuándo volviste a apretar tú agarre fue respuesta suficiente.