Úɴɪᴄᴏ Cᴀᴘɪ́ᴛᴜʟᴏ [Pᴀʀᴛᴇ 1]

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@ʀᴏᴄɪᴏsᴜɴɢʏᴇᴏʟ ɢʀᴀᴄɪᴀs ᴘᴏʀ ᴅᴇᴊᴀʀᴍᴇ ᴀᴅᴀᴘᴛᴀʀ ᴇsᴛᴀ ʜɪsᴛᴏʀɪᴀ ᴀʟ ᴍᴇᴡɢᴜʟғ.

SIEMPRE FUISTES TÚ

—¡Deséame suerte, Mew! —besó el cuadro que tenía en la sala antes de salir de casa.

Kanawut se sentía feliz; hoy sería su primer día de trabajo. Quería conocer a su jefe, sus compañeros de trabajo, la empresa, todo.

—¡Demos lo mejor, Gulf! —se animó antes de ingresar a la empresa Electrodomésticos M. S. , la cual había ganado poco a poco prestigio, dentro de los dos últimos años.

Después de animarse, ingresó y saludó a su amiga; la cual trabaja ahí como recepcionista.

—Buenos días, Min —habló enérgico mientras agitaba la mano.

—Gulf, el joven Suppasit te está esperando; vas diez minutos tarde —exclamó angustiada, la pelirroja.

Miró su reloj de mano con un gesto de preocupación.

—Es mejor que te apures —aconsejó Min.

Kanawut corrió hasta el elevador, marcó al piso diez; estaba en problemas, lo sabía. Min le había dicho que su jefe era muy estricto en cuanto a puntualidad se trataba. Salió del ascensor, se paró frente a la oficina, respiró profundamente, y tocó la puerta.

—Adelante —su nuevo jefe le había dado el consentimiento de ingresar. Sin perder el tiempo, Kanawut entró inmediatamente.

—Siento haber llegado tarde —exclamó mientras hacia una reverencia tras otra—. Le juro que no volverá a pasar, pero por favor... —no terminó de manifestarse, porque fue interrumpido por su jefe.

—Silencio —ordenó Suppasit un poco irritado por el comportamiento de su nuevo secretario.

Kanawut dejó de hablar y levantó su cuerpo para poner toda su atención a su jefe. Grande fue su sorpresa al ver que su superior era nada más y nada menos que su excompañero y su primer amor, Mew Suppasit Jongcheveevat.

—¿Por qué él? —fueron las únicas palabras que pudo pronunciar.

—Llegas tarde, y encima dices cosas incoherentes —habló enojado Suppasit.

Kanawut deseaba que la tierra lo tragara, no quería trabajar a lado de ese hombre, porque tenía miedo de que lo reconociera, y lo echara del trabajo; realmente necesitaba trabajar. Su angustia fue momentánea al recordar que en la preparatoria tenía el cabello hasta los hombros, usaba lentes y vestía con ropas holgadas. Ahora es totalmente diferente; tiene el cabello corto, usa lentes de contacto y ama vestir con ropas que se ajustan a su delgado cuerpo.

—¿y? —lo miró de arriba hacia abajo— ¿Te quedaras ahí parado? —preguntó Suppasit.

—¡No, jefe! —respondió—. ¿Dónde trabajaré? —preguntó mientras miraba disimuladamente la oficina.

—¡Ahí! —señaló un pequeño escritorio que se encontraba cerca de la puerta—. Por cierto, en tu escritorio encontrarás carpetas de las ventas de los últimos seis meses. Lo que necesito es que pases todo a computadora, y quiero un reporte de cada uno. Cuando termines, llevas las carpetas a la bodega —explicaba mientras el pelinegro lo escuchaba atentamente—. ¿Entendido?

—¡Si! —respondió el castaño. Luego, caminó rápidamente hacia su área de trabajo para ejecutar las órdenes de su jefe.

—¿Kanawut? —el castaño dejó de hacer su trabajo para prestar atención a su jefe—. Tienes hasta las dos para presentarme lo que te he pedido. Los necesito para exponerlo en la reunión de esta tarde —explicó—. De antemano, te digo que no me gusta la impuntualidad. La secretaria anterior fue despedida por ello —advirtió a su nuevo secretario.

ᴍɪ ᴘʀɪᴍᴇʀ ᴀᴍᴏʀ 【ᴍᴇᴡɢᴜʟғ】Donde viven las historias. Descúbrelo ahora