Úɴɪᴄᴏ Cᴀᴘɪ́ᴛᴜʟᴏ [Pᴀʀᴛᴇ 2]

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Kanawut se encontraba en su casa, y junto a él, su amiga Min. Esta estaba un poco perpleja ante el cuadro que observaba en la pequeña sala de su amigo.

—¿Suppasit? —manifestó indecisa.

El castaño solo pudo recriminarse mentalmente por no recordar ese pequeño detalle antes de invitarla a conocer el lugar en donde vivía.

—¿Gulf, estoy esperando una explicación? —señaló el cuadro.

Kanawut se sentía nervioso. Cómo iba a explicarle a su amiga que está enamorado de su jefe.

—Soltó una risa nerviosa— es mejor que nos sentemos —exclamó mientras señalaba el sofá que se encontraba cerca de ellos.

Ambos amigos se sentaron en aquel mueble.

—Soltó un suspiro antes de comenzar a hablar— hoy en la hora de almuerzo te conté que Mew era mi compañero de preparatoria —la pelirroja asintió—. En ese entonces, cuando lo vi por primera vez, me enamore de él —confesó un avergonzado Gulf.

Min hizo un ademán para que su amigo continuara, ya que este se detuvo.

—Yo solo quería estar cerca de él, pero mi papá me lo prohibió cuando se enteró que Mew Suppasit, primogénito del señor Khalan Suppasit Jongcheveevat, quien era rival de mi padre; estudiaba en la misma preparatoria que yo. —mencionó triste—. Asi que decidí ser su admirador secreto —sonrió al recordar aquellos momentos—. Todo iba tan bien; él no sabía que era yo, pero —hizo una pausa antes de continuar— unos días antes de culminar la preparatoria, un compañero que me molestaba a menudo, me arrebato la carta que le escribía a Mew; en donde lo halagaba como persona, y en la cual le expresaba por primera vez mis sentimientos hacia él —bajo el tono de su voz—. Después de ese suceso, rápidamente se corrió el rumor de que Mew y yo éramos homosexuales; claro que yo si lo era, pero él, no. Yo intente desmentir aquel rumor, pero no tuve éxito —exclamó con tristeza—. Algunos nos insultaban, otros nos miraban mal —contó melancólico—. Jamás se atrevieron a golpearnos, porque pertenecíamos a familias influyentes. Esos rumores llegaron hasta el director, quien les informó a nuestros padres sobre aquella situación. Mi papá al enterarse, enfureció; solo le informó al director que ya no asistiría esos últimos días a clases —redactó—. Esa fue la última vez que lo vi; ese mismo día me boto de casa al confesarle que los rumores eran ciertos —finalizó con la voz quebrada.

Min observó a su amigo por unos segundos. Después de procesar aquella información, habló.

—Gulfi, jamás me contastes sobre ello —dijo dulcemente—. Soy tu amiga, y no pude estar en esos momentos tan duros para tí. No soy una buena amiga —habló abatida.

—¡No digas eso, Min! —reprendió a su amiga—. Cuando mi papá me golpeo y me boto de casa, tú me acogistes en la tuya, y me cuidastes —el castaño rememoró aquel momento—. Asi que no vuelvas a decir eso —habló con los ojos cristalizados.

Ambos amigos no necesitaban decir nada; simplemente manifestaron sus sentimientos mediante un abrazo. Después de aquella escena, continuaron con su conversación.

—Volviendo al tema —Min fue la primera en hablar—, a Gulfi le gusta Suppasit —molestó la pelirroja a su amigo.

—¡Min, por favor! —recriminó a su amiga un Gulf ruborizado.

—Esta bien —la pelirroja alargo la última palabra—. Perdona que te diga esto, pero creo que es necesario que lo sepas.

Gulf sintió una pizca de curiosidad.

—Las exsecretarias de Suppasit comentaban que Mew era Gay —los ojitos de Gulf brillaban ante lo mencionado—, y que su corazón ya tenía dueño —toda esperanza se desvaneció ante lo dicho—, porque tenía una foto de un chico guardada en uno de los cajones de su escritorio.

ᴍɪ ᴘʀɪᴍᴇʀ ᴀᴍᴏʀ 【ᴍᴇᴡɢᴜʟғ】Donde viven las historias. Descúbrelo ahora