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David pov.

Salí victorioso de la habitación de Sam y sonreí por dentro, baje las escaleras.

Derek: haz durado mucho y el problema se hace cada minuto más grande.

David: cállate y vamonos.

Salimos y nos montamos en el jet de Derek, mientras tanto le pedí que me informara sobre la situación.

Erick: pues hemos agarrado a la rata que nos traicionó pero al parecer hizo nuevos amigos y lo andan buscando.

Derek: que haremos jefe.

David: lo mandaremos al único lugar donde no lo irán a buscar jamás.

Ya una ves que llegamos, nos desmontamos y ahí estaban todos mis hombres esperándome.

Hombres N: bienvenido jefe

David: Llévenme donde esta la rata.

Nos metimos en el sótano que usamos para torturar a nuestros enemigos, y ahí estaba colgado la rata que una ves fue uno de mis hombres de confianza.

David: Miren nada mas que tenemos aquí. Es la rata de las rata.

El hombre: por favor jefe perdóname la vida y le juro que le seré leal hasta el día de mi muerte, por favor se lo ruego.

David: una cosa es traicionarme rata pero eso de comenzar a traficar niñas y todo eso, como que no me va.

El hombre: tus negocios ya no dejan como antes.

David: sabes cual es mi lema de trabajo no dañamos inocentes.

Antes de que volviera a suplicar le hundo dos cuchillos en la rodilla.

David: será mejor que te quedes calladito sabes que no me gusta el ruido.

Y así pase la tarde torturandolo hasta que murió desangrado.

David: desháganse del cuerpo.

Hombres: si jefe.

Erick: jefe Que haremos con las niñas que traficaba en el momento que lo agarramos.

David: llévenlas con sus familias y delen algo de dinero.

Derek: no se como puedes ser tan frío para algunas cosas pero tener un corazón tan cálido.

David: callate Derek y ve hacer lo que te dije.

Tome rumbo a mi oficina, con todo esto no había tenido tiempo de descansar entré a mi oficina y ahí estaba Jess mi antiguo juguete.

David: sal de aquí Jess hoy no estoy para juegos.

Jess: yo puedo desestresarte si quieres.

Comenzó a besarme el cuello, me empujó hasta que caí en la silla de mi escritorio y se subió a horcadas sobre mi, comenzó a quitarse el vestido cuando la empujé y esto hizo que soltara un grito.

David: te dije que te fueras Jess

Jess: tienes semanas que no me llamas, ya no tenemos sexo cómo antes que pasa es que ya tienes otra puta.

David: deja las escenas de celo Jess sabes que tú y yo no somos nada más que sexo.

Jess salió enojada cerrando la puerta de un portazo y yo solo podía pensar en aquella tímida con coraza dura.

Jugando con fuegoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora