Otra vez, en la cárcel para adolescentes, sin motivación para hacer nada, más que continuar con ello, otra vez sentada evitando salir de mi burbuja, sintiéndome completamente sola sin nadie en quien contar como de costumbre, tú ya hacías en tus asuntos, disfrutando de la preciosa persona que se encontraba a tu lado, yo solo admiraba como la veías con tanto deleite y querer.
Mentiría si te dijera que me dió igual, pero sentía algo en mi por dentro que estaba bien y no debía importarme, y así seguí, continúe siendo firme y cumplida académicamente, te deje de prestar atención a todo lo que hacías, por fin podía entablar una conversación con una persona que no fueras tú, y eso de cierta manera me llenaba de orgullo y placer, continúe así.
¿Acaso estabas en mis clases ahora?, Paso de que no podía pasar un segundo sin que pensara en ti y después tú empezaste a llamar mi atención, aquello paso de ser extraño a estupido, tú tenías novia y yo no quería problemas, aparte por qué me prestarías atención si tenías a ella como novia, atractiva, comprensiva, linda, tan bella ella, jamas te dirijí la palabra y no me arrepiento de haberlo hecho, eso conllevó a qué mi vida mejorará, podía hacer cosas que antes me agobiaba, podía comer un plato entero después de sufrir por semanas, me alegrababa tanto aquello que lo presumía cada vez que podía.
Me sentía suficiente otra vez, y luego conocí a una persona tan bella que me daría aprendizajes de vida que conser varía toda mi vida, ahora ya no pensaba en ti, solo pensaba en esta persona si, ya comía? Estaba despierta?, Y cosas estúpidas que te hacen pensar, esa maldita droga que consumí en ese momento, a lo mejor son ilusiones mías, una persona tan linda no pudo ser real, tú eras tan estupido, demasiado irreal, lo sabía otra vez estaba alusinando, malditas drogas, pero en ese momento no quería ver la realidad así que recurri a lo más confiable, las pastillas, pero tal no importaba, solo con ver esas cosas irreales que de alguna forma me hacían sentir viva.
Atte.