Todavia aun tengo en mente aquellos últimos momentos en el cual Orario iba a ser destruida, la torre de Babel donde antes vivía, era consumida por las grietas dimensionales... solo podía escuchar los gritos de terror y dolor de aquellos humanos que desesperadamente trataban de salvar su vida en vano.
Pero no solo eso, en el calabozo tambien comenzaba a destruirse con los monstruos dentro , los rugidos y las suplicas de que algún ente superior pudiera salvarlos se escuchaban pero lo único que veía era que todos eran consumidos por la oscuridad dimensional contando tambien que un mundo estaba por impactar contra Orario se acercaba ...
Pero había alguien a quien quería encontrar y ese era mi conejito Bell Cranell... estaba preocupada por saber de su paradero pero nunca encontré aquella alma que despertara el interés en un simple mortal, aquel que nombre como Oderr... no pude encontrarlo...
Perdiendo todo motivo de vivir decidí hacer una última cosa antes de morir como lo hicieron los demás dioses de Orario... al menos salvare a mi familia de un cruel destino. Cuando abri el portal dimensional para que pudieran salvarse toda mi familia y pudieran empezar empezar una nueva vida mis amados niños, no espere una acción que me saco de onda: Ottar quien es mi mejor aventurero y mi mejor guerrero me había arrojado al portal
-PERO QUE HACEN?!- les gritaba muy enojada a mi familia pero estos solo me devolvieron una mirada que reflejaba... agradecimiento?
-Freya-sama... viva por nosotros por favor- decía Allen
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-Alguien como usted no puede morir- decía Hedin
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-Gracias por su amor y por habernos aceptado en su familia- decían los hermanos Gulliver
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