║𝘼𝙈𝘼𝙍𝙍𝙀━━━𝘴𝘰𝘶𝘪𝘤𝘩𝘪

Act. 02

Act. 02
Bruja

—¡AHHHHH!—se escuchó el grito de una chica entre los casilleros mientras en las lejanías un chico se reía ante su fechoría. Había puesto una araña en el casillero de su nueva compañera de clases para sorprenderla pero se llevó la sorpresa de quien quería hacerle la broma no parecía asustarse.—Michiru ¿Q-Que haces?—pregunta Nerumi mientras ve a su compañera con la araña en su mano.

—Son inofensivas—dice con calma—solo comen bichos y mosquitos.
—¿Como sabes de esos asquerosos insectos?—pregunta la pelirroja mientras ve como su compañera aún mantiene al bicho en sus manos.
—Mi hermano le gustaban las arañas, los lagartos y los insectos—contesta—aprendí un poco de ellas, me hubiera gustado que él siguiera aquí pero no quiso cambiar de hogar si no me la llevaría conmigo. Después de receso la liberamos.

Pasó de largo del azabache escondido, su rostro solo era de odio pues su truco no había funcionado.
La clases tomaron su rumbo siendo Michiru la primera en la lista de las mejores alumnas en tan solo unos días.

—Ah como quisiera que algo malo le pasará—dice en un murmuro cuando gira a verle.
Esta ahí riendo de algo que comento con una de sus compañeras esos gestos hacen que el corazón de Souichi se apriete y esté se asuste soltando un quejido en bajo.—maldita mocosa.

(...)

—Sapito—dice el azabache entrando a su habitación—sapito, ya llegue—sentándose en el suelo saca la caja de metal para encontrarse con un animal ya disecado—algo extraño sucedió, esa bruja hice algo dentro de mi que pronto acabara conmigo.

En ese mismo instante unos pequeños fashbacks aparecieron en su cabeza, ella sonriendo, riendo, explicando algo su cabeza dio girones tratando de borrarlos y dejar de sentir algo extraño. Habían pasado días desde la llegada de Michiru, y en ese instante Souichi lo único que había hecho era espiarla y saber sus movimientos para poder hacerle una maldicion, que por el momento solo había hecho uno y era hacer una marioneta de su profesor.

—Mañana se llevarán una grata sorpresa señor sapito, ella se asustará y se marchará y al final todo regreso a la normalidad—sacó una risa traviesa al sentirse victorioso aún sin saber qué pasaría el día de mañana.

Trato de pasar su tarde bien y listo para el día de mañana que había sido decisivo para el.

La mañana pasó con normalidad, llegó encontrándose con el vacío asiento de la chica, espero a que llegara pero cada vez que se abría la puerta era otro estudiante.

—Nerumi—la voz de Souichi asustó una de sus compañeras quien era la que más se llevaba con Michiru.—¿sabes por que no ha llegado Katsuki ?

La pelirroja hizo su mejor sonrisa, no era que no se llevaba bien con el chico azabache era por la presencia tan pesadas de este—¿H-hablas de Michiru? E-ella está en la primera práctica de baseball.

—¿Entonces?... ¿ella se perderá la primera clase?

—Eso creo...

Pero la primera clase nunca llegó pasó una hora y el profesor no había llegado, así que todo tal vez iba a la perfección. La primera en llegar fue Michiru, sonrió a todos y dijo en alta voz que había sido aceptada en el equipo, regresó a la normalidad cuando la puerta se abrió.

Entro el profesor de trapo quien puso nerviosos a lo estudiantes más a Michiru, quien se optaba su rostro de temor. Souichi quien "leía" miró de reojo a su compañera de al lado, una sonrisa se posa en sus labios siendo victorioso ante su fechoría.

Lo que no sabía era que la chica miraba con precaución a su profesor y su extraña apariencia. Y fue lo mejor, tan rápido que dejo buscar en su maletín; el muñeco sacó un cuchillo que fue lanzado hacia el compañero de lentes de al lado de nombre Ishizaki.

La joven de cabellos anaranjados usa sus reflejos colocando su bat de madera frente su compañero haciendo que el arma blanca quedara enterrada ahí.

La reacción de ambos fue de sorpresa tanto por la acción de estudiante y profesor.
Pero la de Souichi fue de temor, pues la vista que tenía era la la chica con ambas manos tomando su bat en una postura que la hacía verse peligrosa. Y ahí fue cuando sintió que uno de los cuchillos lanzados le dio a él en el pecho.

El muñeco iba sacar otro de esos cuchillos—¡Aléjense!—dice ella cuando ve las acciones de la anomalía, corre hacia el escritorio que los cuchillos quedarán incrustados en la madera, incluso uno le hizo un rasguño en su mejilla.
Grita y golpea al falso profesor derrumbándola y dejándolo sin movilidad.

Otra vez esa postura de chica valiente fue lo que hizo que Souichi corriera y dejara de ver el espectáculo.

—Amigo sapito, la bruja me hechizo.