Capítulo 1

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"Lo siento, pero no veo ninguna reserva con ese nombre".

Wei Ying comienza a entrar un poco en pánico, pero lo apacigua en la boca del estómago y se dedica a sonreír. "¿Puede revisar como Ying Wei?" Pregunta, con su mejor voz de servicio al cliente. "A veces los formularios online se confunden con eso".

La mujer que está detrás del mostrador teclea y examina el monitor, frunciendo el ceño. "Lo siento", dice de nuevo, "eso tampoco es válido. ¿Seguro que era en esta sucursal del hotel?"

"Así es", confirma Wei Ying, con el sudor nervioso punzando en la parte baja de la espalda y entre las tetas, los dos peores lugares en los que es posible tener los sudores nerviosos y, por lo tanto, donde siempre los tiene. "Estoy aquí para la conferencia". Y si no hay una habitación disponible para ella, esto va a ser un evento asombrosamente horrible de cinco noches que ya iba a ser agotador.

"Hm", dice la mujer, haciendo clic en algunas cosas más. "¿Tienes la tarjeta con la que hiciste la reserva?"

Wei Ying se la da, queriendo mantener la calma. Esto no es un desastre todavía, ¿verdad? Solo hay un error en el sistema o algo así. Encontrarán su habitación y la registrarán, e irá a dejar sus maletas, pasará quince minutos estirando los peores nudos en su espalda del viaje, y averiguará cómo llegar a una tienda de comestibles. Esto está bien. Está bien.

"Tampoco encuentro nada aquí con esta tarjeta", dice la mujer que está detrás del mostrador -Tiffany, según su placa-, frunciendo el ceño con seriedad. Parece casi tan preocupada como Wei Ying, lo cual es a la vez preocupante y gratificante.

"Tengo el mail de confirmación", ofrece Wei Ying, y le tiende su teléfono. Tiffany lo cambia por la tarjeta de crédito de Wei Ying, y la forma en que su cara cambia no es precisamente prometedora.

"Oh", dice Tiffany, después de un momento, y un poco más de golpes en el teclado. "Hm. Ya veo". Mira a Wei Ying, y cualquier esperanza a la que se aferraba Wei Ying se desvanece ante la cara de disculpa que pone. "Me temo", dice, con una voz demasiado suave que no presagia nada bueno acerca de la proximidad de Wei Ying a una cama en un futuro próximo, "parece que tu reserva no se hizo a través de un sitio web legítimo".

Wei Ying se toma un momento para procesar eso a través del grito ansioso en su cabeza. "Así que me estafaron", dice, presionando sus manos contra el mostrador, tratando de mantenerse tan firme como el frío granito. "Eso es lo que estás diciendo".

"Deberías poder reclamar los cobros a la compañía de tu tarjeta de crédito", dice Tiffany, dejando suavemente el teléfono de Wei Ying donde podrá alcanzarlo en cuanto consiga mover su mano, que en estos momentos está intentando unirse al mostrador a nivel molecular mediante la presión, como una roca metamórfica. "Puedo imprimir algunos informes para ayudar con eso".

"Genial", dice Wei Ying, obligándose a guardar su teléfono. Respira profundamente, exhala y se concentra de nuevo. Okey. Su reserva era falsa, y perdió cuatrocientos dólares, pero debería ser capaz de recuperarlos, y podrá encargarse de eso más tarde. "Como ya dije", empieza Wei Ying, volviendo a poner esa sonrisa de servicio al cliente, "estoy aquí por la conferencia. Sé que me avisaron con poca antelación, pero dadas las circunstancias, ¿hay alguna forma de conseguir una habitación a precio de convención?" Claro, la tarifa de la convención sigue siendo cara (de ahí la frenética búsqueda de Wei Ying en múltiples sitios web de reservas de terceros), pero puede permitírselo, probablemente, suponiendo que pueda recuperar su dinero de la web de la estafa y obtenga sus comidas principalmente del bar de aperitivos de cortesía en los eventos nocturnos más grandes. Puede hacer que esto funcione. Solo necesita una cama.

Felices Por AhoraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora