𝙼𝙰́𝚂 𝙳𝚄𝚁𝙾 𝚀𝚄𝙴 𝚂𝙰𝙽𝙲𝙾𝙲𝙷𝙾 𝙴' 𝙿𝙰𝚃𝙾 ;; 𝖼𝗁𝖺𝗇𝗁𝗈.

𝟎𝟐; ¿𝖰𝗎𝖾́ 𝗏𝖺𝗂𝗇𝖾𝗃𝖾𝗌𝖺?

Pasadas las seis de la tarde, después de un arduo viaje donde Hyunjin pedía parada a ca' rato como buen antojado, Seungmin los obligó a rezar un Rosario completo, Jisung puso vallenatos a todo dar a plenas dos del mediodía, con senda pepa e' sol y ellos amorochaos en ese carro que era como una caje' fósforo; lo bajaron del carro y tuvieron que recogerlo en la gasolinera, porque amenazó con echarles la paja. Después de que Minho hiciera una pataleta pa' que lo pasarán al frente, porque en los últimos puestos tenía calor y Christopher lo estaba ladillando. En fin, Jeongin ya no sentía ganas de volverse a poner a inventar. 

Pero aunque en su momento, les pareció extraño, que Jeongin durará mucho tiempo en carretera, indicándole direcciones a Changbin que iba al volante. Terminaron de concebir aquello como mala idea, en cuanto notaron que se habían alejado por decir basta de la ciudad, y estaban en un sitio solitario, lleno e' monte seco por los alrededores, donde se respiraban aires de penumbra y cada que la brisa soplaba, se oían como murmullos a la patica del oído.

—Bienvenidos al cementerio de los Bagres.— sentenció Jeongin, con ambas manos a la cintura, respirando profundo, como si el ambiente estuviera muy agradable.

—Ma-marico...y-yo creo que dejé las arepas en el budare.—Hyunjin tembló de pies a cabeza, de tan solo ver la fachada de aquel cementerio tan sombrío y lúgubre, solo a Jeongin se le ocurre.

Iba a marcar la milla, pero entre Jisung y Changbin lo atajaron.

— Señor, bendice el sitio donde moran las almas anhelantes del descanso eterno—Seungmin sacó un pote de agua bendita y lo empezó a esparcir por toda la entrada.— Y bendice también, a estas almas presas del pecado carnal. —noto a Félix abrazadito con su enano pato y les empezó a rociar agua bendita a juro.

—Ay chamo, ¿quién es él? —Hyunjin se aferró a un brazo de Jeongin, quién lo vio de reojo y le viró mirada.

Al frente, se acercaba un hombre con ropas desgastadas, la mirada gacha y venía arrastrando una pala que hacía un sonido sobre el suelo, que tenía a más de uno con los pelos del culo erizados. En realidad, el asunto ya estaba dando miedo. Ca' quién se abrazó de lo primero que tuvo a disposición: que si Seungmin de la biblia, alzando un Rosario en frente, mientras repetía reprensiones en voz alta; Hyunjin se abrazó a Jeongin, montándole una patica encima; Félix y Changbin parecían una hallaca mal amarra'; Jisung se abrazó a un tronco seco del que salieron hormigas y lo esguazaron; Y Minho, estaba más solo que la una, pero porque él quería, porque ahí tenía a Christopher, estirándole los brazos.