Capítulo 9

687 51 16
                                    


• Yo nunca •

Jessica

Después de haberme tomado unos cuantos vasos más de esa bebida, estoy hablando y riendo con Maya. Pero no me estoy enterando de nada de lo que me está diciendo, ni de lo que digo yo.

Al principio estaba un poco mareada, pero ahora estoy perfectamenteeee. Mis oídos pitan de vez en cuando, pero no es nada.

—Vamos a bailar —me levanto de un salto del sofá donde estaba sentada charlando con Maya, y la cabeza me da vueltas.

—Vamos —ella de levanta a mi lado y no parece tan aturdida como yo. Maya lleva muchas, pero muchas, copas de más. He perdido la cuenta de los chupitos que nos hemos tomado juntas, las mezclas que hemos consumido y el olor a mariguana, de los cigarros de otra gente, que hemos inhalado por la nariz.

Nos dirigimos a la "pista de baile" donde casi toda la aglomeración de gente se mueve al ritmo de la música. Nos metemos entre la gente para posicionarnos en el centro y empezar a bailar.

—No se como se baila esta música —me reí con Maya que lo hacia parecer bastante fácil.

—Tu solo..., ves moviendote. Mueve las caderas —me indica—. Y lo más importante. Disfruta.

Me guiña un ojo con picardía y nos reímos, sin ninguna razón, la verdad.

Sigo sus instrucciones, que no me han servido de mucho, pero yo me muevo con la música más alta que antes.

Muevo mis caderas, mi cuerpo, mi pelo. En el estribillo de la canción que está sonando con el volumen al máximo Maya y yo nos vamos bajando hacia el suelo, moviendo nuestros cuerpos al mismo compás. Como todos los demás.

Bailo con Maya como si nadie nos estuviera mirando y me siento..., bien... No siento nada mas que no sea satisfacción por estar pasándomelo genial. No he pensado ni una sola vez en nadie mas que no fuese yo, y por un momento me he sentido como una jodida reina.

★★★

Después de once canciones rechazando a chicos que nos invitaban a bailar, cantando a todo pulmón, y alguna que otra copa de más por en medio, estamos sentadas en el mismo sofá de antes. Esta vez con gente que no conozco a nuestro alrededor.

En el sofá que tenemos en frente hay de todo, borrachos apunto de potar, chicas besándose entre ellas, y chicos baboseando por ellas. En los cuatro sillones de al lado, dos están vacíos, y los otros dos están ocupados por parejas besándose hambrientos por tener una noche salvaje. Y luego estamos Maya y yo, solas en el sofá más grande de todos.

Decidimos ir a bailar de nuevo después de reponer fuerzas y lo damos todo en esa pista. Admito que cuando salió un remix de dos canciones de hace años, me volví la peor parte de mi en una fiesta.

Las canciones latinas de hace años son las mejores.

—No puedo mas... —me dice Maya jadeando después de mil canciones mas bailando. Estaba roja, casi morada. Parecía que le iba a dar algo allí mismo.

—Vamos a sentarnos —la cogí de la mano, riéndome y ella soltando pequeñas carcajadas de vez en cuando.

Me dirigí a los sofás donde habíamos estado hace unas horas. Estaban llenos de gente, algunos gritaban eufóricos, otros solo miraban lo que estaba pasando. Cruce entre las muchas personas que tenia que esquivar para llegar hasta allí.

TUVISTE QUE SER TU ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora