Izuku abrió los ojos con dolor mientras se encontraba desconcertado. Parpadeó ligeramente mientras sentía la suavidad de la cama y la almohada, reafirmando su cuerpo contra las sábanas, disfrutando la paz que sentía en su cuerpo.
Al fin todo el dolor se había terminado...
Momento, ¿Dolor? ¿Qué dolor?
Se levantó repentinamente, quedando sentado en la cama y descubriendo que donde se encontraba no era un lugar que conocía. En base a eso, siquiera estaba seguro de siquiera saber de dónde venía.
Recordaba claramente un par de cosas; All Might diciéndole que se rindiera en su sueño de ser un héroe, pero que se empeñara en dedicarse a otra cosa con finalidad de ayudar al inocente por su incapacidad al ser Quirkless... Y los abusos de aquél niño rubio que le recordaba que no podía ser un héroe...
Se sostuvo la cabeza. Recordaba su nombre, su edad, habían varias cosas que lograba identificar, pero nada concreto en su totalidad. Habían muchos huecos en su memoria...
Ah, por supuesto, todo provocado por haberse quedado electrificado en una planta eléctrica.
Se reacomodó y sacudió las sábanas para intentar salir, cuando entonces se sorprendió al ver su pie izquierdo. El dedo meñique estaba amputado a la mitad.
¿Qué había ocurrido? ¿Le habían hecho daño? ¿Qué pasó con claridad?
Fue sorprendido cuando la puerta de la habitación se abrió lentamente y con cautela. Estaba aterrado. No sabía que pasaba y quién era el que estaba detrás de esta...
Un rostro pequeño hizo que dirigiera su mirada prácticamente al suelo mientras otra mucho más alta se alzaba sobre ella y lo forzaba a ver hacia arriba. Dos personas la miraban desde el marco de la puerta con total preocupación.
"Despertaste..." Dijo la niña frente a él, cosa que le calmó un poco al ser recibido con cautela y no con alguna intensidad preocupante. "¿Cómo te sientes, pequeño?"
"¿Pequeño?" Se preguntó Izuku cuando vió a la que parecía ser prácticamente una niña mientras pasaba por la puerta con una especie de abrigo extraño.
El hombre era sin duda alguna alguien con mucho dinero. Tenía una camisa azul y un chaleco marrón claro que iban a juego con sus pantalones negros y zapatos elegantes grises. Su peinado gris hacia atrás con un rizo por delante, así como el bigote y barbas bien cuidados eran algo de reconocer. El bastón en su mano solo lo hacía parecer aún más elegante.
La niña a su lado era cabezona y de cuerpo estrecho. Era divertida de ver. Un cabello frambuesa ahora suelto por completo con un pequeño mechón bien cuidado al frente. Traía un vestido de mujer muy parecido en términos de elegancia al del hombre.
"Manami, por favor. No olvides mantener la distancia para no asustarlo." Advirtió el hombre mientras la tomaba desde abajo de los brazos y la alzaba contra él, intentando que ella no se acercara al jóven.
"P-Pero tengo que revisarlo, Danjuro. ¡Podría tener fiebre o algo así!"
"Entonces lo averiguarás cuando él lo decida. Paciencia, mi framboise bien-aimée"
La chica prácticamente se desmayó exageradamente con un suspiro apasionado. Esos dos tenían una química muy apasionante a los ojos del niño.
"P-Perdón, ¿Quiénes son ustedes? ¿Cómo llegué aquí?"
El hombre devolvió al mirada con incredulidad, negando con la cabeza con aparente culpa.
"Por Dios, que descortés de mi parte... Un gusto, pequeño. Mi nombre es Danjuro Tobita. Ella es mi prometida, Manami Aiba... Te encuentras en mi hogar ahora mismo. Te encontramos anoche derrumbado cerca de un poste de luz, desnudo y con el pequeño dedo de tu pie con una herida abierta y sangrando. Te trajimos aquí y nos dedicamos a tratar tu herida y condición... ¿Cómo te sientes?"
El niño se miró. Traía una camiseta blanca y un pantalón para dormir. En sí, su cuerpo se sentía bien, salvó el extraño vacío que sentía en su cerebro porque la mitad del pequeño dedo había desaparecido, todo se sentía en orden.
"Yo... No recuerdo mucho. No sé de dónde soy..."
El pequeño de 12 años comenzó a sentir como lágrimas se agrupaban en su rostro sin comprender del todo por qué. Sin embargo, la pequeña que se safó del agarre del hombre fue hacia él y lo abrazó tras subirse a la banqueta a su lado. Un amable abrazo que sentía que necesitaba.
El hombre sonrió levemente y se aventuró a acercarse, acariciando la cabellera desordenada del niño con la finalidad de tranquilizarlo.
"¿No recuerdas nada? ¿Ni tu nombre?" Consultó la de cabello rojo mientras lo miraba consternada.
"Izuku... Me acuerdo de eso..." Confesó el pequeño entre lágrimas. Ella asintió ante esa información.
"Dan, si lo entregamos a las autoridades..." Comenzó ella preocupada y él asintió solemne al saber que seguía de eso.
"Lo más probable es que lo lleven a un orfanato hasta que obtengan la información de quién es y de dónde es... Quizás hasta lo ha olvidado por posibles abusos, no podemos dejarlo solo..."
El hombre miró al niño, sintiendo como en su ser las miles de frustraciones que había tenido en su vida volvían a florecer...
Ese pequeño niño estaba solo. ¿Cómo y por qué había terminado así como estuvo? Solo sabía que no podía confiar en nadie para averiguarlo. Él más que nadie sabe que el mundo es un lugar cruel y lleno de monstruos... Incluso en los lugares llenos de gente amable.
"Pequeño... No, Izuku. Mientras estés aquí, velaremos porque recuerdes quién eres y quién serás en el futuro... Por eso, si no tienes a dónde ir, puedes quedarte con nosotros... No lo tenemos todo, pero estoy seguro que podremos proveerte los recursos para que puedas vivir a salvó hasta que te sientas capaz de seguir con tu vida... ¿Qué te parece?"
El pequeño solo se aferró a la niña mientras restregaba su rostro en un asentimiento repetitivo contra el vientre de ella, que sonrió tranquila ante la aceptación del niño...
Izuku Tobita había nacido del dolor de aquél horrible evento que acabó con Izuku Midoriya desde su memoria, hasta el presente...
Y así, mostrando el análisis forense en la terminal eléctrica donde todo ocurrió, un detective se mostró abrumado al ver como lo único que parecía haber quedado del niño era una pequeña articulación de un dedo...
Esa, sin que todos lo supieran aún, era la articulación extra que había hecho un Quirkless a Izuku Midoriya desde los cuatro años.
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"Yo solo soy un Quirkless".
Fanfiction( Tomo original. - Izuku ruta violenta. ) "La violencia como forma de asegurar, proteger y ayudar... El sistema no sirve, los villanos y malvados solo crecen y crecen. Esta es la única forma, no la de Stain... Y mi cuerpo es lo único que me ayudará...