▰El cálido viento rozando nuestros rostros mientras estamos recostados en uno de nuestros sillones en el balcón, con la vista perfecta y hermosa de la ciudad. Abrazados sintiendo el calor de ambos cuerpos y la calidez del amor recorriendo por nuestr...
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El reloj sobre aquella gran pared pintada de marrón un poco desgastado marcaba justamente la hora de mi salida , sonrió ampliamente y tomo mi abrigo café y mi mochila con algunos libros prestados para dar la lección del día siguiente y me dispongo a salir de la institución y caminar por aquellas humedas y ligeramente pobladas calles del centro de la ciudad. Estoy muy emocionado. Hoy es una fecha muy importante y por lo tanto la felicidad no cabe en mi pecho.
Paso por el frente de una linda floristería pequeña con algunas plantas y flores de muestra , unas en específico me llamaron bastante la atención , no solo por su belleza externa y por su sutil olor. Si no porque me recordaron de alguien muy especial. Su belleza tan mágica y etérea en aquellas flores me hicieron prácticamente ver el reflejo de ella en sus pétalos delicados. Le digo al vendedor que me dé un pequeño ramo y al pagar me lo dió envuelto en un hermoso papel transparente con corazones. Le agradezco y emprendo mi camino hacia mi hogar.
Inhaló y a mi nariz llega el olor de las flores junto con el característico de las calles mojadas por la tenue lluvia que comenzó a caer. Apresure un poco el paso hasta quedar justo frente a la entrada de un sencillo pero acogedor complejo departamental alejado del centro para mayor tranquilidad , a pesar de todo , el trayecto se me hizo relativamente corto.
Entro al elevador y presiono el botón del piso 05 , me miró en el espejo de este arreglando un poco de mi apariencia tratando de no parecer desaliñado y con cuidado de dañar las rosas. Se detuvo en mi piso y al salir ví entrar a la amable señora Mary , la saludo castamente y doy unos pasitos cortos y llego frente a la puerta de mi hogar. Coloco la llave en el cerrojo y está gira tranquilamente.
Entro sintiendo la paz y la tranquilidad recorrer mi cuerpo al por fin estar en casa. Dejo mi mochila en el suelo , me quitó mi abrigo y lo cuelgo en el perchero y por consiguiente desato y quitó mis botas colocandome las pantuflas. Tomo el ramo y me adentro hasta la pequeña cocina comedor donde el olor a comida recién hecha me invadió , y por fin en todo el día , puedo verla.
Se ve tan maravillosa aún así toda despeinada y con una camisa mía que le llega un poco más abajo de sus muslos suaves , me quedo embelesado mirándola picar el tomate en rodajas y tararear una canción de esas que escucha cuando tiene ganas de relajarse. Aún con esa simple acción , luciendo tan desaliñada , me encanta. Me encanta que sea tan natural , que no se preocupe por las apariencias , que sea tan feliz incluso con tan poco que puedo ofrecerle , me encanta la forma en que cada fibra de su ser desprende un aire de ser un refugio de paz , su cabello tan suave que vuela con la suave brisa. Amo todo de su ser.
A pasos lentos me aproximó a ella y me colocó detrás de ella abrazándola rodeando mis brazos por su linda cintura con un poco de rollitos y escondo mi rostro en su cuello inhalando su fresco aroma natural a coco y vainilla que desprende su cabello. Ella suelta el utensilio de cocina y lleva una mano a mi cabello para acariciarlo , tengo que agachar un poco la cabeza al ser ella un poco más baja que yo. Sus caricias suaves en mi cabello hace que suspire y sonría como tonto.
