Cuatro

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Historia Original de moonstarau





























Gulf estaba nervioso, mañana sería el día que cumpliría sus 18.

Con su pecho subiendo y bajando con rapidez, se acomodó en su cama. Se sentía raro, y desde hace un mes, estaba dudando el hecho de ser un alfa. Aún que
sonase muy raro, siempre le
incomodaba cuando le decían que sería alfa, no se sentía cómodo con la idea y no le gustaba para nada.

Estaba esperando que trajeran a su Mew, pues solo él lo lograría calmar.

Como mañana se suponía que tendría su primer celo, ambas familias habían comprado un departamento para la pareja y Gulf se encontraba ahí.

Tenía que esperar a Mew, pero según le había dicho su
madre, ya venía en camino.

También tenía miedo, su jai solo tenía 16 años.

Él creía que aún era muy
pequeño para eso.

Él tampoco se sentía listo, pero lo tenía que hacer, por
sus padres, por la sociedad, y
por su instinto.

Suspiró, era la única manera
en que se podía relajar por ahora. Pero no pareció
funcionar.

Se levantó de golpe, estaba
inquieto, y al estar sentado en su cama haciendo nada, no ayudaba.

Escuchó la puerta principal
del departamento abrirse, y
mágicamente se quedó quieto, como si el mundo se hubiera detenido.

Escucho murmullos provenientes del living y
luego una puerta cerrarse.

Todos sabían que las parejas, horas antes de la presentación, necesitaban
completa privacidad y debían
estar solos, sin excepciones.

Luego vió la puerta abrirse,
dando paso a la silueta de Mew. El chico estaba sonriendo y se rió al ver la
inquietud de su novio.

—¿Estás nervioso, dulzura? –El menor se acercó al mayor, abrazandolo a modo de saludo, sintiendo como movía su cabeza en afirmación.

—Ow, no tienes que estarlo
amor, hemos estado 16 años juntos.

Gulf dudó si preguntarle una de las dudas que carcomian sus pensamientos los últimos meses, pero luego se decidió, no debía ser cobarde con su novio.

Las relaciones se basaban en
confianza.

—Mew, tú.. ¿No te haz sentido... No lo sé.. Raro?

Murmuró observando
detenidamente la cara del menor, este estaba con una
expresión neutra, claramente
pensativo.

A veces Gulf olvidaba que él era el mayor. Mew lo hacía sentir tan pequeño, un ser que lo único que necesitaba eran mimos. Algo que no era normal en Alfas.

—¿Raro? –Preguntó aún con su expresión neutra, Gulf asintió lentamente.

Mew chasqueó la lengua.

—No lo sé, osea... Me han
dicho 16 años de mi vida
que seré tu omega y... No me siento cómodo con eso, siento que... Yo soy el que tengo que mandar. Es un sentimiento raro. No creo que los omegas.se comporten así.. ¿O si?

Gulf se sorprendió, su novio tenía las mismas inseguridades que él.

—¿Enserio? –Preguntó, sus
ojos brillaron y su voz se
notaba emocionada.

—Si, ¿Por qué? –Mew no entendía lo que pasaba por
la cabeza del mayor.

—Porque yo me siento igual.

Mew abrió su boca sorprendido, para luego sonreír. Abrazando a su Phi. para dejarle un pequeño beso en los labios.

Ambos abrazados se dirigieron a la cama y se acostaron en ella.

—Buenas noches, dulzura.
Mañana será un día largo.

—Buenas noches, cariño.
Duerme bien. –Gulf bostezó.

El sueño ganándole al sentir
el calor que transmitía Mew.

Y antes de que se durmiera
completamente, sintió un leve aroma proviniendo de Mew. Romero y limón.

Con ese olor en su nariz y mente, se quedó profundamente dormido.

UNEXPECTED ADAPTACIÓN FINALIZADADonde viven las historias. Descúbrelo ahora