❝ Apariencias ❞ ||Bajifuyu||

『 Nueve』

Llegó el tan esperado sábado y era el día que saldría con Chifuyu.

Pero ahora la cuestión era... ¿ Qué ropa se pondría? Si la mayoría de ropa que tenía era un estilo totalmente opuesto a lo que aparentaba. Ya desde la mañana estaba en un dilema. Su única opción era Emma, porque hoy su madre debía estar trabajando y volvería cerca de las dos de la tarde, justo para cuando él ya no estuviera en casa.

¡Hey! Necesito tu ayuda.

Ahora que envió el mensaje espera la respuesta de la rubia. Mientras se queda pensando en lo que podría hacer el resto del día con chifuyu.

Tiene varias opciones de lo que pueden hacer el resto del día.

Ver la película estaba más que confirmado, pero ¿después de eso, qué? Después de que el rubio le contó que él era su primer amigo. Ahora quiere hacerle vivir todo tipo de experiencias y que su sonrisa siga brillando como hasta ahora.

Su teléfono vibra y espera que sea Emma.

Emma: ¿Se puede saber desde cuando tú te despiertas tan temprano? Tienes casi la misma rutina que Mikey.

Buenos días para ti también, necesito tu ayuda porque eres mi hermana mayor.

Emma: ¿Y se puede saber de que?

¿Prometes que no le dirás a nadie?

Emma: A nadie

Yo tampoco, necesito que vengas a casa

Emma: No puedo

Tengo pastelitos para desayunar

Emma: Decirte que no, en 10 minutos estoy ahí, pon la tetera Miriam~

Baji se río del chiste de su amiga. Se levantó como se acostó, en casi paños menores, que por el momento no había nadie en casa entonces podría andar como se le diera la gana. Hasta que llegó Emma, estaba todo puesto en la mesa. Las tasas con los respectivos té, en compañía de los respectivos postres, se cambió y fue a recibir a su visita cuando escucho sonas la puerta de su departamento.

—¿Qué es lo que necesitas de tu hermana mayor?— pestañea varias veces y está lista para escuchar el chisme del pelinegro.

—Necesito que elijas un conjunto para mi alter ego— es lo único que suelta y da un sorbo a su té. Evitando la mirada contraria, porque de igual manera Emma le va a sacar todo el chisme de una u otra forma.

Ella da un bocado al pastel y luego un sorbo al té. Vuelve a mirar fijamente al pelinegro mientras apoya su mentón en sus manos.

Los ojos ámbar son penetrantes al igual que su aura. Cuando Emma quiere saber de algo que y, nadie se lo quiere decir, solamente debe observar fijamente y esperar de forma paciente hasta que suelte lo necesario.

Y así estuvo unos buenos momentos, sin emitir sonido o movimiento alguno, simplemente observandolo.

—Voy a salir con un amigo—

Emma no entendía a donde quería llegar con eso—¿ Y por qué necesitas eso?

Baji resopla. Pero no porque le molesta contarle las cosas a Emma, sino por cómo surgió todo y lo próximo que se puede avecinar.

—Pues...— se dispone a contarle todo lo que sucedió hace unos pocos días. Y la rubia estaba con su cara maravillada, sin saber lo que pasaba por su mente.