Hace mucho tiempo me dije a mí misma que no era imprescindible hacer algo ahora mismo por mi carrera, lo importante era sentirlo. Sin embargo, ahora me siento apresurada por muchos factores que escapan de mi voluntad. Sé que tengo que ser paciente conmigo, que todos tenemos nuestro tiempo... solo no quiero hacer algo debido principalmente a externalidades. Me quiero cuidar de eso porque si no, estaré metida en una mentira y ya no quiero eso.
Extraño los viajes en micro, cuando podía pensar muchas cosas. Una vez una persona me dijo eso, que también lo extrañaba. Es algo único. Tiene su encanto.
Quiero hacer cosas, en serio. No tengo que temer. Sé lo que soy, sé que mis intuiciones tienen validez y sé que aunque me equivoque, finalmente habré seguido lo que quise, lo que pensé: viví.
A pesar de todo aquello que me acongoja, me siento feliz por lo que soy y por lo que la vida me ha dado y me sigue dando. Gracias, Dios, me siento muy afortunada, pero ahora no solo quiero sentirme afortunada, quiero sentirme merecedora, ganadora. Quiero valerme por mis propias manos y todo vale para eso. Todo vale. Sea pequeño, sea grande. Con tal de sentirlo, seré muy feliz y mis ganas por valerme serán satisfechas. El hecho es que aquello sea frecuente.
Fuente de inspiración:
"El amor es como un chachachá" en congruencia con pensamientos que quise adoptar en mi conducta años atrás.
