El alma en busca de justicia [Wangxian]

Capítulo 5

Lux nunca creyó que entrenar con la espada sería tan... explosivo.

Tanto WangJi como WuXian le estaban enseñando.  

Al principio apenas sabía como se debía sostener una espada.

Gracias Juego de Tronos por hacer capítulos enteros de Arya aprendiendo a pelear.

Los movimientos básicos pronto se convirtieron en intuitivos. Wei Ying gustaba de reírse de ella mientras la esquivaba, WangJi desde lejos les veía, con una casi imperceptible sonrisa en el rostro.  

Cuando el segundo Jade le ayudaba era preciso,  mostraba los movimientos y la instaba a defenderse, a pensar en lugar de atacar. Corregía su postura mientras Wei Ying le gritaba desde las gradas que cuidara sus pies. 

Pronto se dieron cuenta de que Lux era más fuerte que el promedio.

Había sido un problema al principio, el estilo de WangJi era mas basado en la fuerza, pero aun se veía delicado. El de A-Xian era veloz, con saltos y volteretas como si se tratara de una danza muy animada.

 La verdad era que Lux no encajaba en ninguno.

Se basaba en la fuerza como los Lan, pero no había delicadeza. Su estilo de espada era... brutal.

Parecía una carnicera.

Y a decir verdad todo habría seguido siendo un caos si no hubiera sido por Nie HuaiSang.

 
...

Convivir con Nie HuaiSang había sido una casualidad.

Lux solía tener algo de tiempo libre cuando no estaba en clases o investigando, así que paseaba por Cloud Recesses. Con mas de cien discípulos, unas cuantas decenas de Ancianos y muchísimos mas sirvientes, la secta Lan parecía una pequeña ciudad por sí misma. Rodeada de bosques helados y manantiales ciertamente era hermosa. 

Fue en un día donde estaba por los prados de detrás de las montañas cuando le vió.

Un chico con túnicas blancas con detalles en verde estaba sentado en medio de la nada mientras pintaba un abanico. 

— Es un trabajo precioso, joven maestro Nie. Debe mucho talento para poder hacer cosas tan delicadas como esta.

En el abanico estaba trazado un rio, en medio un joven pescaba. Todo rodeado de grandes piedras, arboles y una montaña en el horizonte.

Él levantó la cabeza sorprendido. 

—Gracias. —Sonrió encantado. —No muchas personas lo encontrarían un talento, pero gracias por apreciarlo. 

—¿Por qué no lo encontrarían como un talento? El arte es algo digno de ser apreciado que solo alguien capaz  puede crear. Aquel con el poder de transmitir algo mediante él.

—Algunas personas lo consideran frívolo, una perdida del tiempo. Dicen que el arte de la guerra es mas importante que pintar tontos abanicos. 

Lux a veces solía olvidar que apenas era tres o cuatro años mayor que los discípulos invitados, todos lucían tan perdidos que era casi imposible que ella intentara no ayudar. Y ¿por qué no admitirlo? también le gustaba dar sermones.

—Entonces esas personas son tontas. Ningún arte está por encima de los demás. Dime ¿de que serviría vivir en guerra si con ella después de ganarla  no se puede conseguir el apreciar la belleza de la vida? La guerra pierde el propósito si no hay una recompensa. ¿Quién te ha dicho eso?

—Mi Da-ge —HuaiSang parecía cabizbajo —quiere que practique con el sable pero a mi ¡no me gusta! Y a veces amenaza con quemar mis abanicos.  Sé que se preocupa por mi, pero es... complicado.