Capitulo 1: El inicio de todo

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*4 días antes*
Hiba caminando por una calle abandonada que iba devuelta a mi casa cuando en un momento presiento un olor azufre proveniente de la casa abandonada de los Millers, un escalofrió entra por mi cuerpo como si consumiera mi alma, siento que alguien me mirara y una leve sospecha me entra de que aquella casa no estaba abandonada.

-Mi madre me va a regañar si no llego a tiempo para la cena.

Un grito atormentador entra en mis oídos, mi sangre se congela, volteo mi cabeza para ver de donde viene el grito y veo a una mujer con la blusa machada con sangre.

-Ayúdame por favor -me pide la mujer voy a ayudarla, pero detrás de ella aparece un hombre con un cuchillo-

-Esta vez no te vas a escapar zorra.

Y como si mi cuerpo reacciona con sus palabras empiezo a correr, recorro todo el vecindario hasta llegar a mi casa rompo en llanto, una cantidad de sentimientos, culpa, miedo, ansiedad, pero mayormente me siento culpable por no haber ayudado a aquella mujer.

Se escuchan pasos y un teléfono empieza a sonar, voy a contestar con algo de miedo.

-Ho...hola- Digo con temor cuando a lo lejos escucho como si alguien se estuviera ahogando, cuelgo el teléfono asustada y corro y me encierro en el baño cuando e oyen pasos entrando a la habitación lentos y silenciosos.

Se escucha que alguien estuviese tarareando una canción de cuna, cuando de repente empieza a empujar la puerta del baño.

-¡¡HABRE LA MALDITA PUERTA!! -grito enojado tratando de abrir la puerta con desesperación-

No se quien es exactamente pero su voz me intimida, mi cuerpo tiembla y las manos me sudan, tengo miedo no se que quiere o quien es pero algo si es seguro que viene por mi y me va a hacer daño.

Miro a todas partes y encuentro un cepillo de dientes, le quito la cabeza y me paro en frente a la puerta.

-Abre ya la maldita puerta o la tumbare decídete

Me tenso completamente y opto por recogerme en una esquina del baño, todo se queda en silencio, en un momento tengo la intención de pararme cuando escucho unos golpes fuertes en la puerta.

Rompo la ventana del baño y cojo uno de los vidrios más grandes y me escondo detrás de la puerta, cuando la puerta se abre y veo a un joven de mi edad con un cuchillo en la mano y antes de que me viera le clavo el vidrio en el hombro y el me golpea provocando que me caiga al suelo y me sangre la cabeza, me paro rápidamente y corro hacia la salida de la casa cuando me encuentro una nota en la nevera, era de mi madre la cojo y salgo corriendo por la carretera.

En ese momento pasa un auto, rápidamente trato que pare para que me pueda ayudar; el auto para y baja la ventanilla, y me encuentro con un hombre caucásico, castaño con ojos cafés, que aproximadamente podría tener 46 años.

-Que hace usted señorita, a estas horas por aquí -dice el hombre gentilmente-

Se me aguan los ojos y hablo.

-me estaban atacando en mi casa y tuve que salir corriendo para que no me hicieran nada -sollozo-

El hombre se me queda viendo con pena y me dice.

-Vamos sube, pasa la noche en mi casa para que descanses.

Yo solo asiento y subo al carro, el arranca y solo espero que nada me pase mañana.

El asesinato de Madison FerrerDonde viven las historias. Descúbrelo ahora