El amor duele.

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Le besó. No había besado a ninguno de sus queridos seguidores y allí estaba Flug. Kenny Flugslys, tan tímido, tan adorable, tan sensible, tan inteligente... que le odiaba por ser un cerebrito sabelotodo. Le daba envidia y a la vez... lo encontraba interesante. Siempre había sido un tipo interesante. Él había sido el único quien... Dio un suspiro, tratando de recordar su rostro. Porque lo tenía, ¿verdad? Sí, lo tenía. Jadeó, impresionada de la suavidad y calidez que emitía el rostro cubierto. Sabía que no estaba bajo su hechizo y aún así le besó. Le besó. Se preguntaba si él aún sentía algo por ella... Bum. Bum. Bum. Algo dentro de ella le hacía retumbar su corazón, pero ¿Qué era? La emoción, la ignorancia, la felicidad, ¡El excelente momento! ¡Por fin lograr su objetivo! Hubiese deseado poder quedarse en ese momento por una eternidad. Solo por el placer. Solo por la felicidad. Y aquello había sido una trampa. "No, mis seguidores. ¡Escúchenme!" Todo se había acabado. No podía ser. El odio, el disgusto, la miseria. No. No. No. "¡No, por favor!" La agarraron, la aprisionaron. No, la oscuridad no... La soledad, la tristeza... Pero no fue solo por su manipulación que la encerraron. Su beso con el Dr. Flug había sido transmitido online. Besar a un villano enfrente de miles de personas. ¿Acaso...? ¿Qué había hecho? No. Ella quería a Goldheart... Goldheart... "Gold..." Se había puesto a llorar. Lloró y lloró. Solo quería que alguien la quisiera... que él... ¿Qué estaría pensando él? Eso ya no importaba. No sabía cuanto tiempo había pasado y ya no le interesaba. En algún momento alguien le dejó un bolígrafo rosa dentro de la celda. Podía escribir. Debía recordar. Tenía que estar con sus seguidores, estarían esperando sus posts y sus fotos. Sí, sí. Tenía que preparar los hashtags y los estilos y todo. Ella seguía siendo amada. Sabía que alguien la amaba, sí, sí. Sí.

Habían pasado los días suficientes para que Heed recuperara un poco de cordura. O eso creía. Estaba encerrada en una prisión de alta seguridad por traición a lo héroes. Por besar a un villano... ¡Como si no haberlos manipulados mentalmente no hubiese sido nada! "505 cúbreme, ¿Está bien? Volveré enseguida." Demencia lo sabía, pero esta vez no dijo nada. Lord Black Hat había estado muy ensimismado y no lo habían visto hace unos días. Flug se coló a la cárcel varias veces, mirándola desde el espejo de protección. Viendo como sus lágrimas se secaban, se le salía el maquillaje, crecía su cabello café y sus ojos estaban negros con ojeras de tanto llorar. Y ella seguía escribiendo, necesitada de atención. Daba lástima. Ella había sido importante en su vida. Pero ahora debía descubrir cual era el plan de Goldheart, por qué Cecilia había caído tan bajo. Estaba seguro que algo más se escondía tras sus acciones. Aunque de lo que no estaba seguro era de su sanidad. ¿Podría hablar? Se decidió y fue a verle.

"Ámenme, síganme. Ámenme, síganme" Las luces parpadearon un instante y se quedó inmóvil, creyó oír algo. Se dio la vuelta y lo vio a él. A Flug. "¡AH! ¡Kenny, eres tú!" Le dijo, mientras se arrastraba de rodillas a la ventana de vidrio. "¡Viniste a verme, necesito tú ayuda!" A Flug se le revolvió el estómago. Solo podía sentir lástima por ella. Se agachó para llegar a su altura.

"Aquí te van a ayudar." Se resignó a escuchar que le iba a decir. Cerró los ojos, compasivo.

"¡No! Necesito atención especial, ¡Necesito tú atención...! ¿Por fa'?"

"...Primero me dirás que planea Goldheart." Le dijo, mirándola a la cara.

"Eh... él... él quiere acabar con la villanía para siempre..." Su tono de voz pareció cambiar. "Y sus seguidores lo harán por él y después de todo lo que me hiciste, vendrá por ti." Ella le indicó con el dedo. Y agregó soñadora, mirando a su pared llena de palabras. "Ah... Y espero que también por mi." Siguió su mirada a la pared, que formaba un corazón y a pesar de que estaba a cierta distancia... pudo ver que en un pequeño hashtag estaba escrito #H&F. ¿Heed y Flug? Todo lo demás era sobre Goldheart... Ya había conseguido lo que quería, debía irse lo antes posible.

"Ya veo." Dijo, desviando la mirada. "Bien, pues gracias. Cuídate." Flug se iba. Kenny se iba. No podía dejar que se fuera.

"Espera, dijiste que me ayudarías." Se afirmó al vidrio de la prisión. "¡Quédate! ¡Necesito que me ames!" Flug se detuvo y suspiró. "¡KENNY!"

Lo que había sentido por ella ya se había acabado hace mucho tiempo. No era el mismo de sus días de escuela. Ella había hecho su propio camino y él también había perseguido el suyo. Le había costado, pero lo había logrado. Ahora tenía un propósito y sabía cuanto valía. Se aceptaba así mismo. Él era él y nadie más. No necesitaba a nadie. Miss Heed había sido una mentira y ella lo sabía. Ahora tenía que superar este momento y aprender de sus errores. "Ah....." Volvió a suspirar.

"Kenny, yo te amo. Quédate junto a mí, ¿sí? ¡Por favor! Quédate conmigo, Kenny. Kenny."

"...Debes aprender a amarte tú misma primero." Le aconsejó, mirándola con dolor y piedad.

"Pero Kenny, en verdad te amo y tú también me quieres, ¿verdad? Nosotros en la escuela..." Sus excusas eran patéticas, ¿tan desesperada estaba? Esos recuerdos seguían en su cabeza, sí, pero causaban demasiada amargura como para volver a hablar sobre ellos. "Volvamos a compartir, a estar juntos. ¿No me crees? ¿Por qué crees que te besé antes?" Tragó en seco. Era cierto que ella le había besado y eso no había sido una actuación. Apretó los puños. "Es porque de verdad te amo, así que ¡Quiéreme de vuelta! Te necesito, ¡Por favor! Quiero verte. No quiero estar más sola." Comenzó a llorar. "Kenny, te lo suplico. ¡Te lo suplico! ¡Quiéreme!"

"Te deseo lo mejor, Cecilia." Se dio la vuelta, sin volver a mirar su rostro deteriorado. Débil. Triste. Patético.

"¡NOOO! ¡Soy Heed!" Gritó ahogadamente dentro de la prisión. "¡Mi nombre es Miss Heed! ¡Mírame, mírame! ¡Ámame! ¡KENNY, KENNY! ¿POR QUÉ NO ME QUIERES KENNY? ¡ÁMAME KENNY, KENNY, KENNY!" ¿Por qué ya no la quería? ¿Por qué le hacían esto? ¿Por qué? ¿Por qué? ¡NO HABIA SIDO UN EXPERIMENTO SOLO PARA ESTO! Luego comenzó a gritar. "¡¡¡VUELVE KENNY, KENNY, KENNY!!!"

El Dr. Flug se fue de la prisión, aún escuchando su nombre retumbar en su cabeza. Y sintiendo un enorme dolor en el pecho. Cecilia Amanda Kelly había sido su primer crush, la amaba y la consentía en sus trabajos, pero ella le dejó por Goldheart. Quedó hipnotizada de él. Se convirtió en una heroína, ¿CÓMO ERA ESO POSIBLE? Estaba seguro que había algo más en este asunto. Lo intuía. "..." Se quedó parado y recordó. "¿Por qué... me besaste?" Pensó. "..." No. No podía pensar en eso. Ya se había acabado. "Yo no te amo, Heed."

"¿Y qué harán con ella?"

"No lo sé, pero encerrada allí no tiene mucho qué hacer. Está mal de la cabeza la pobrecita. He oído rumores que la organización..."

¿Organización? Tenía que irse. Si Lord Black Hat descubría que no estaba en la isla, quien sabe que haría... Ya tendría tiempo para solucionar las cosas con el adefesio de Goldheart.

El amor dueleDonde viven las historias. Descúbrelo ahora