Avory ~Los Secretos de Genevieve~

Introduccion

Genevieve movia los almohadas de un lado al otro, contrariada por no poder encontrar una forma en la que todo se viera tan perfecto como ella quería. Normalmente no le pondría tanta atención a pequeños detalles, después de todo los señores del castillo nunca iban allí, pero hoy era diferente, en todos los sentidos. Y eso le molestaba. En los últimos años había encontrado un buen consuelo en su rutina, despertar muy temprano luego de las pesadillas, asearse, comer, hacer sus deberes y volver a dormir. Era fácil. Era sencillo.

Hasta que el mensajero en la mañana trajo una carta informando que el hijo de los señores del castillo iba en camino para pasar unos días en el castillo, y no solo eso sino que también venía con compañía. Y para el colmo, el mensajero se había atraso por lo que lo que debieron ser días de antelación se habían convertido en horas.

Horas.

Gen no solo odiaba arruinar su rutina, también odiaba los extraños. Y si bien ella conocía bastante bien a la persona que fue Alistar Evernight, ya no podía ni siquiera imaginarse quien era ahora. Después de todo la última vez que lo vio el no era nada mas que un mocoso y ahora pues, dudaba que fuera algo siquiera cercano a un mocoso. Sin mencionar sus inesperados invitados, quienes ella no tenía ni idea de quiénes eran. Y no es que ella debiera.

Bufo y puso ambos brazos en su cadera, así como se veía, con una mirada cansada y el ceño fruncido por la molestia, nadie jamás se imaginaría que apenas contaba con sus veinte años de vida, sin embargo, eso no la hacía menos hermosa. Su cabello era largo y oscuro como la noche, con ondulaciones incontrolables que sin importar cuanto ella cepillara encontraban una forma de volver a su forma original, los ojos del color del chocolate espeso y las mejillas de un sonrojo natural que a muchas doncellas e incluso señoritas de alta sociedad le costaba unos buenos y dolorosos pellizcos en las mejillas. Ella misma no dudaba de que era bonita, había tenido muchas propuestas de matrimonio desde que había madurado un poco y había dejado los rasgos aniñados en el pasado, propuestas que ella había rechazado sin siquiera pensarlo.

Casarse no era algo que ella quisiera, por el contrario, le aterraba. ¿Que haría ella con un esposo? ¿Y cuando dicho hombre quisiera desposarla? Un escalofrío la recorrió solo con el pensamiento y decidió que no eran horas para pensar en esas cosas.

Derrotada, decidió dejar los cojines de la forma en que estaban y alisó la colcha, sin importar cuanto no quería estar allí cuando el señor llegara, sería imposible. Ella era su criada de servicio y sin importar cuanto le rogó a Ada para que la dejara lavando la ropa, en la cocina o cualquier otra cosa, esta se había negado, insistiendo en que sin importar que tan segura se sintiera en su burbuja, algún día está la iba a asfixiar.

Genevieve lo dudaba, pero era inútil discutir con la mujer

Para su consuelo el castillo era un lugar gigante, cuando no estuviera sirviéndolo bien que podría perderse en algún lugar y no tener que estar cerca de alguien de quien no deseaba. Salió de la habitación deprisa sabiendo que no faltaba mucho para que el señor llegara, pero antes de bajar por completo se aseguró de dejar agua hirviendo en caso de que el quisiera tomar un baño y mando a preparar el almuerzo en la cocina mientras observaba a Ágatha con envidia, ella si podía quedarse oculta en el seguro y acogedor ambiente de la cocina.

Camino de deprisa hacia la entrada del castillo para poner recibir al señor, Ada había insistido mucho en que todos los del servicio estuvieran presentes porque decía que era lo que se debía hacer. Gen no tenía forma alguna de saberlo, hace años que nadie visitaba el castillo, e incluso antes de eso ella apenas era una niña por lo que no debía estar allí. Supo en cuanto llegó que lo logró apenas, pues podía divisar el carruaje negro a no tanta distancia de ellos.