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-¡Espera! -
- ¡Detente! -
Frente a mi veía salpicar la sangre, los gritos desgarradores de la aún con vida heredera Hyuga podían escucharse en todo el bosque, nadie podía moverse, solo presenciar como su antiguo compañero de equipo desgarraba la piel pálida de la joven ninja mientras quien alguna vez fue su amor platónico trataba de separarla para poder seguir degustando de la pequeña kunoichi.
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Su respiración agitada junto con lagrimas y gotas de sudor que resbalaban por su frente le daban un aspecto cansado. Aquel sueño seguía repitiéndose continuamente, desde que vio aquella película con su no tan joven novio había tenido pesadillas, pero esta es la que siempre la terminaba despertando de aquella manera. Se giro sobre la cama para tener un momento de paz, sin tener un pensamiento claro observo la luz entrar por la ventana, unos segundos bastaron para que se levantara apresuradamente había visto la hora en su pequeño reloj de mesa, había quedado hoy con Kakashi de ir a almorzar a un lindo lugar que habían encontrado el día anterior, era demasiado tarde. Como si la conciencia regresara a su cuerpo paro en seco, soltó un suspiro y entro al baño para darse una ducha tranquila.
"Que tonta, Kakashi-san de seguro llegara tarde, otra vez"
El baño había sido relajante, miro el reloj y se puso en marcha, solo habían pasado 10 minutos. Al salir de casa se despidió de todos y con alegría se dirigió al lugar acordado, miro su ropa una última vez atreves del reflejo del vidrio de uno de los locales. Una yukata de verano con retoques de flores. Ella sabia que no era su típica ropa cómoda, pero sentía la confianza para poder ir así para el festival de hoy.
"Mentirosa, solo quieres ver la reacción de Kakashi"
Se sonrojo y camino mas de prisa, a la lejanía podía ver la cabellera plateada y saludo alzando la mano - Buenos días, Kakashi-san. –
-Cuantas veces debo decirte que me llames solo Kakashi-
Hinata se sonrojo y asintió con pena -Ka Kakashi-sss-
. -Aaah, no puedo Kakashi-san, todavía no estoy lista-
Su novio la vio, se veía que era realmente difícil para ella dejar sus modales y toda su educación atrás a pesar de ser el quien se lo pidiese, se preguntó ¿Cómo sería el día de su noche de bodas? Es obvio que el esta ansioso de tocar más allá de unos simples roses de besos, necesitaba más. Su mano se movió en automático haciendo presión mientras la veía. Hinata lo miraba preocupado.
