⛓️

1.4K 199 32
                                    

Cuando su madre le pidió de favor que llevara a su hermano Yongbok a pedir dulces no se opuso. Para él no era un problema llevarlo además de que no podía resistirse a esa petición sabiendo que el niño de tan solo seis años había esperado con ansias aquella fecha.

Yongbokie era un niño tímido, le resultaba difícil convivir con sus compañeros de preescolar por tal motivo no tenía con quién ir a hacer dicha tradición

Se encontraban en una de las varias tiendas de disfraces de la zona escogiendo el disfraz perfecto para esa misma noche. El más pequeño era quien  elegiría puesto que, el lo usaría. ChangBin y su madre solo le brindaban opciones. Al final se decidió por uno de príncipe.

A su madre se le ocurrió la “maravillosa” idea de que él también fuera caracterizado de algún otro personaje. Al principio se negó rotundamente, después de varias insistencias por parte de su mamá y hermano accedió, pero con la condición de que el disfraz no fuera tan llamativo.

Todo estaba en orden, solo esperarían a que la noche cayera.

🎃

Finalmente llegó la hora de ducharse y colocarse su respectivo disfraz.

ChangBin vestía completamente de blanco, en su espalda lucía unas lindas alas y una aureola que no podía faltar en su cabeza. En realidad no era tan llamativo, la ropa no era un disfraz como tal, simplemente era un pantalón con una camisa que tenía en su clóset.
Por otro lado, Yongbok portaba un hermoso traje de príncipe, el pantalón era de color blanco mientras que en la parte arriba era de color azul con accesorios dorados.

Ya listos salieron no sin antes avisar a su progenitora, la mencionada aún seguía en su trabajo por tal motivo no los acompañaría

Optaron por ir solo las calles de su alrededor, a ChangBin no le gustaba salir tan lejos con su hermano a su cuidado a pesar de que en esa ocasión habría demasiados niños acompañados por adultos. Primero comenzaron con sus vecinos de a lado, y así siguieron por toda la calle donde vivían hasta haber avanzado dos cuadras. Sus bolsitas contenían menos de la mitad de dulces, no habían tenido suerte en todas las moradas.

El niño aún sin dejar de sostener su mano la agitó un poco para llamar su atención, el mayor al percatarse de ello decidió hablar

— Binnie hyung, en esa casa hay gente. Las luces están prendidas — con su dedito señaló una casa que en efecto tenía luces prendidas

— ¿Quieres pedir allí? — el de pequitas asintió contento. — De acuerdo, vamos

Dicho eso se acercaron a la entrada y tocaron,  la puerta fue abierta por... ¿Lee MinHo? Al ver el chico enfrente de él sus piernas temblaron como gelatina, no decía ninguna palabra y no es porque no tuviera algo que decirle sino que no podía reaccionar.

Y cómo no, el gran Lee MinHo se encontraba parado en la entrada con su vista a él.

¿Siguen sin captar?

¡Lee MinHo su amor platónico desde hace un año lo estaba viendo y él con un tonto disfraz de angelito pidiendo dulces como si fuera un infante!

— Ho-ola señor ¿Tiene dulces que me regale, por favor? — habló el pequeño al ver que su hermano no decía nada hasta que por fin reaccionó

— Oh, ¿Cuál es tu nombre, bebé? — el chico se agachó a su altura

— ¿Binnie hyung o yo? Es que Mamá nos llama así — Seo quería darse un golpe en ese momento, moriría de la vergüenza si su hermano decía otra cosa como esa y más al ver una media risa del chico

❝𝐒𝐰𝐞𝐞𝐭 𝐨𝐫... 𝐊𝐢𝐬𝐬?❞ 𝓜𝓲𝓷𝓑𝓲𝓷Donde viven las historias. Descúbrelo ahora