Melanie Lain

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Hoy noche de Halloween las calles están repletas de niños en busca de sus dulces, las personas frente a sus casas con recipientes llenos de ellos. A mí familia nunca le a gustado la noche de Halloween por eso nunca adornamos la casa ni nada por el estilo, mi hermano y yo nunca nos hemos disfrazados pero como hoy mis padres están de viaje fuera de la ciudad nos daremos la oportunidad de salir a disfrutar de la noche de brujas.

- Daniel, sal del baño ya es un poco tarde, si queremos salí debe ser ahora.

- Es que mi disfraz no me gusta esta muy grande.

- Claro que no, te queda perfecto, eres un robot impresionante.

- Si como no, como tú disfraz de princesa te queda bien.

- Quieres salir o no, mis padres llegan mañana no tendremos otra oportunidad como está nunca más.

- Ok está bien, pero si se burla de mi, me das la mitad de tus dulces.

- Ok está bien, vamos rápido antes de que se acaben.

Por fin siento está sensación de halloween correr por mi cuerpo, es tan maravillosa que no puedo describirlo. Me paseo por las casas de la urbanización en busca de dulces con mi hermano, ya casi tenemos nuestras cestas llenas y estamos un poco cansados.

- Quieres volver a casa?

- Si pero una casa más y ya.

- Vale está bien, a cual quieres ir?

- Esa.

MI hermano señala una casa grande de dos pisos cubierta de luces y decoraciones muy terrorífica.

- Seguro que quieres que sea ésa?

- Si.

llegamos a la puerta de la casa y tocamos en timbre, sale una señora alta disfrazada de bruja con tacones y una copa de vino a la mano.

- Dulce o truco!- gritamos mi hermano y yo.

- Que niños tan monos y tiernos, tomen todo lo que quieran.

La señora saca un balde enorme, contiene dulces deliciosos, a mi hermano y a mí se nos habré los ojos al ver tanta cantidad, agarramos todos los que podemos hasta no poder más.

- Muchas gracias señora!

- No hay de que queridos, quieren un poco de gaseosa deben estar cansados de tanto caminar.

Mi hermano y yo nos vemos mutuamente y decidimos entrar, la casa era más grande de lo que se veía desde afuera, en la sala había un grupo de personas, parecían familia ya que estaban muy parlantes y contentos, al notar nuestra presencia ellos voltean rápidamente y sus labios hacían una muy incomoda sonrisa.

- Pasen adelante no tengan miedo, es mi familia.

Nos Acercamos a la sala y nos sentamos mientras la señora nos traía las gaseosas, habían varias personas alrededor entre ellas una anciana, 2 niños, un bebé, un señor gordito y una chica de mi edad.

- Cómo se llaman niños?

- Mi nombre es Melanie y el es Daniel.

- Que nombres tan bellos, se parecen a mi y a mi hermano cuando teníamos su edad, cada noche de Halloween nos pasábamos recolectando dulces y brincando de la alegria.

20 Minutos Después

La anciana no dejaba de hablar y mi hermano ya tenía un poco de sueño, la señora aparece con las gaseosas, nos las bebemos rápidamente porque ya nos queríamos ir.

- Muchas gracias por todo, ya es un poco tarde así que tenemos que volver a casa.

- Es una lastima, pero bueno supongo que ya es hora.

Tiempos Desconocido (En Proceso)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora