NARRA POLONIA
Cierro los ojos y ahí esta, el silencio.
Los abro, sin embargo, sigue ahí.
Recuerdo que eso no pasaba cuando estaba contigo, ni siquiera cuando estabas callado. Hay muchos tipos de silencio, yo solo conozco dos de ellos, el que me agrada y el que no. No evito pensar en ti, y sonreír tontamente mientras lo hago.
Susurro tu nombre sabiendo que no vendrás. Se supone que esto sería por conveniencia, ¿no? entonces, ¿por qué?
¿...Por qué tuve que enamorarme?
Dudo -demasiado- que tú sientas lo mismo que yo. Amor. Es una palabra demasiado linda, demasiado poderosa y fuerte. Demasiado dolorosa en ocasiones.
Ya es tarde, la luna está alta; subo las escaleras lentamente, aspirando el aire nocturno. Apoyo mi mano en la baranda de al costado y me pregunto cuantas veces habrás pasado tu mano por aquí.
Llego a mi habitación y me siento al costado de mi cama -para qué mentir- algo desanimada. Respiro hondo y luego boto el aire en un suspiro.
Cierro los ojos y ahí está, el mismo silencio.
Los abro y sigue ahí.
Cierro mis ojos; los abro. Cierro y abro repetidas veces con rapidez y fuerza.
Pero no lo hago para sentir el silencio, sino para evitar liberar mis lágrimas. No aguanto, siento húmedas mis mejillas, las lágrimas recorren todo mi rostro, cayendo pesadamente en mis manos. Prefiero dejar mis ojos cerrados, recordando las cosas que me hacían sonreír.
Tu pelo castaño y sedoso, que sentía en mis manos cuando rodeaba tu cuello. Tus ojos verdes, brillantes, grandes, que se alargaban levemente cuando sonreías. Tu risa hermosa y tenue, que alejaba aquellos silencios lejanos, en aquellos, también lejanos tiempos...
No abro los ojos, no aun. Porque tengo miedo.
Yo cerraba los ojos y ahí estaba, el silencio.
Los abría y allí estabas tú.
Ahora ya no es lo mismo, porque sé que cuando los abra todo seguirá callado, porque estaré totalmente sola.
Escucho mi respiración, el latir de mi corazón, el calor que se escapa de mi cuerpo... ¿Cuánto tiempo seguirá todo esto? ¿hasta cuándo seguiré así...?
Sentí mis mejillas y mis ojos arder nuevamente. Arrugué mi nariz, solté un quejido que se perdió en la soledad y nuevamente las lágrimas empezaron a fluir.
Acumulé la valentía necesaria para abrir mis ojos nuevamente y me encontré con lo obvio... estaba sola. Me arropé con mi pijama, abriendo mi cama para acostarme y poder dormir. Me acuesto y apoyo la cabeza con suavidad en la almohada.
Cierro mis ojos, y ahí está el silencio.
No los abro, no mientras no estés aquí, para asegurarme que ya no estoy sola.
Para asegurarme de que acallarás este silencio.
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Silencio [lituania x nyo!polonia]
FanfictionYa todo era distinto; todo seguiría siendo distinto luego de su partida. El Imperio ya no era lo mismo si estaba dividido, para nada. La casa de Polonia estaba vacía, a excepción de la abandonada alma de aquella rubia. Aún seguía recordando todo...