Edgar: El joven manos de tijeras

Capítulo 1

La noche era fría en el castillo que se encontraba lejos de la cuidad, el castillo que estaba en la punta de la montaña que la ciudad pudo percatarse, el castillo sin color, sin vida o eso era lo que la gente creía.

Todo comenzó tiempo atrás, un hombre que había sido construido por otro hombre pero con el paso del tiempo, el hombre que había construido a su acompañante, perdió la vida pero antes de que la perdiera, el señor llamó a su creación Edward. Edward con el paso de los días, se sentía cada vez más solo, sin su creador, no sabia que hacer, ya que además de sentirse solo, su creador le había dado la peculiaridad de que en lugar de tener manos como una persona común y corriente, le puso varios estilos de tijeras.

Quedo solo durante varios años, hasta que una señora tomó le valor y se adentro al castillo abandonado, se encontró con el hombre de manos de tijeras y lo llevo a su hogar, para que conviviera con su familia en lugar de quedarse solo en ese lugar, al principio todos se fascinaron con la llegada de él, hasta que un día todo se mal interpreto y el chico tuvo que salir de la ciudad y regresar a su primer hogar, al castillo que se encontraba en la punta de la montaña mas grande que la ciudad se podía percatar, pero no todo terminaba para Edward, ya que había encontrado el amor en uno de los integrantes en la familia con la que se quedaba  y ese integrante era Kim, la hija de la familia.

Kim cada vez que podía, visitaba a su amado Edward, del que lentamente se fue enamorando mas y más de él. Hasta que un día, tuvieron la oportunidad de poder crear un bebé, lo único que pasaba con el hijo, era que había nacido sin manos como su padre, pero lo que podía animar la situación, era que Edward sabia como colocar el repuesto que su creador le había hecho, así que Kim y Edward decidieron que a la edad adecuada, Edgar, así llamado el hijo de Edward y Kim, le pondrían el repuesto que Edward tenia. 

-¿Y esto que nos enseña?- comentó un alumno del salón levantando la mano

-Es para conocer la historia de un amor correspondido aunque ellos era de diferentes lugares y niveles sociales- dijo una chica enamorada de la historia 

-Es probable que lo este diciendo como lo dijo la compañera- dijo la maestra pasando por los bancos del salón -Aunque aparentemente hay alguien que no le importa ¿Verdad señorita Aurora?- preguntó la maestra a lado del lugar de Aurora 

Aurora se encontraba sentada en su banco, con los brazos cruzados y la cabeza sobre ellos con los ojos cerrados.

-¡SEÑORITA AURORA!- levantó la voz 

Aurora rápidamente levantó la cabeza, miró para todos lados mientras que algunos de los compañeros soltaban unas pequeñas risas entre la multitud, bajó un poco la cabeza y se acomodo un poco en su asiento. 

-No señorita Aurora- dijo la maestra caminando hacia su escritorio -Le pediré que venga aquí adelante y nos diga que hizo el fin de semana en su bella casa- comentó la maestra sentándose en su escritorio 

Aurora dio un respiro profundo, se levanto de su asiento y comenzó a caminar hacia el escritorio, hasta que se detuvo ya que alguien estaba abriendo la puerta del salón. Aurora y el resto del salón, al ver quien era esa persona, sus caras cambiaron de burla a horror ya que la persona que había entrado era la chica de la historia que la maestra les había contado, junto con su hijo que tenia tijeras en lugar de manos. 

Todos comenzaron a murmurar entre ellos, menos Aurora, ella solo se quedaba viendo al chico que había entrado al salón como él también lo hacia con ella. 

-Que bueno que ya llegaron- dijo la maestra levantándose de su lugar -Puede regresar a su banco señorita Aurora- dijo la maestra sin verla 

Aurora obedeció a la maestra y se fue hacia su asiento sin despegar la mirada del chico, mientras que todos los demás solo lo veían extraño y con repudio.

-Ahora que ya llegaron, quiero presentarles a Edgar- dijo la maestra mostrando con una mano a Edgar -Y a su mamá Kim- agregó la maestra viendo a la mamá de Edgar 

-Hola chicos- dijo la mamá de Edgar -Él es mi hijo Edgar, probablemente lo conocerán por...- comentó pero fue interrumpida por un alumno 

-¿Por la historia que todo el mundo conoce y se sabe?- dijo un alumno en tono de broma

-Efectivamente esa historia- comentó la mamá de Edgar 

-¿Historia?- susurro Edgar cerca de su mamá

-Luego te platico hijo- respondió Kim

Edgar solo asintió con la cabeza y bajó la cabeza.

Aurora siguió admirada por lo que sucedía, las personas que había escuchado desde que ella era un niña, eran reales, entonces todo lo que había sucedido era real pero años atrás y eso le parecía interesante a Aurora.

-Bueno, prosigamos, la actividad será la siguiente, uno de ustedes saldrá ganador o ganadora para que escriba un ensayo sobre..- dejo inconcluso la maestra esperando una respuesta por el nombre de Edgar

-Edgar- contestó la mamá

-Sobre Edgar- prosiguió la maestra sonriendo 

Aurora quito sus pensamientos sobre Edgar y los poso sobre la maestra, no entendía porque la maestra quería que escribieran un ensayo sobre Edgar como si fuera algo o un objeto.

-Conocerán su forma de vivir, de hablar, comunicarse y de lo mas impórtate, de como usa sus únicas y excéntricas manos de tijeras- dijo la maestra sin dejar de sonreír, hasta parecía que explotaría en cualquier momento que la familia se fuera del salón

-Así que, adelante de ellos, haremos el sorteo y veremos quien estará con el todo un semestre- dijo la maestra sacando una bolsa de un cajón del escritorio.

La maestra volvió a sonreír y vio a la madre de Edgar, que ella le devolvió la sonrisa pero un poco más fingida de tanto sonreír, Edgar solo se quedaba viendo a los demás y luego el suelo, luego las ventanas que estaban en el salón, luego a Aurora y otra vez al suelo.

La maestra puso la bolsa con nuestros nombres encima del escritorio, comenzó a revolver, saco un nombre y el nombre que había sacado era el nombre de Rosa, la chica con la que todos querían estar.