OCÉANOS (Percabeth)

Comprometida

La vida de la princesa Annabeth de Chase se iba desmoronando lentamente. Desde que cumplió los veintitres años, su padre le estubo organizando el futuro, lo peor de todo fue cuando le comprometió con el almirante de abordo Luke Castellan. Un joven de cabellos rubios y ojos azules. Annabeth le consideraba como un hermano mayor, pero no como su futuro marido. Cuando se lo contó el corazón de la princesa dio un vuelco.
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Era la mañana de su cumpleaños ese día cumpliría veintitrés años. Ella estaba mirando el paisaje maritimo desde el balcón de su habitación. Su cabello rubio se movía con la brisa del oceano y sus ojos gris tormenta miraban al horizonte con la esperanza de sentirse libre alguna vez. La vida de princesa estaba bien, pero siempre tenia que estar obedeciendo a alguien, su vida estaba organizada desde el día de su nacimiento. Pero a quel día ya era la gota que colmaba el vaso.
-¿Obserbando las vistas?-se giró y vio a su padre.
-Intentado imaginar otra vida.
-Hija, ya sabes que no eres una prisionera.
-¡Pero nunca he salido de este estupido castillo!
- Eso no es del todo cierto
Annabeth frunció el ceño extrañada---Hoy cumplo los veintitres, creo que si soy una prisionera.
-¡Eso no es cierto!-grito su padre enfurecido-no te doy permiso salir porque el mundo de ahi fuera es peligroso. Las calles estan infestadas de gente extaña y enferma, y lo peor de todo de piratas.
-¿Piratas?, siempre piensas en piratas, no pueden ser tan malos. No puedes demostrar su crueldad, seguramente dentro de ellos hay corazóny piedad.
-Tu no sabes como son los piratas, nunca los has conocido, y nunca quiero los conozcas, y menos al despiadado Capitán Jackson, dicen que sus ojos verde mar engañan a la gente.
-¿Cómo te puede preocupar que canozca a pirata que conociste hace treinta años?
-Porque tubo descendencia. Y no se hable mas. No he venido aqui a hablarte de piratas.
-¿De que quires hablar?
- Te vas a casar con Castellan. El mes que viene será la fiesta de compromiso, y no vas a impedirmelo.
-¿Luke?- replico Annabeth- ¿Quieres que me case con Luke? Para de controlar mi vida.
Tras decir eso la princesa salió corriendo enfadada. Se fue a la habitación donde siempre iba cuando estaba triste o enfadada. Aquel lugar era un sitio olvidado el el palacio. Aquel lugar era la biblioteca, fue construida para su madre, la cual murió a los pocos minutos del nacimiento de Annabeth. La peincesa visitaba ese lugar para hablarle a su madre, para leer los libros que ocupaban los estantes de la habitación, ahí no estaba bajo el cargo de su padre o de su madrastra, la mujer que se casó con el rey tras la muerte de su madre. Allí aprendió esgrima con la espada de una armadura que estaba en el rincón de la habitación, se pasaba el tiempo siendo ella misma.

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Tras haber pasado el mes, no paraban de hacerle medidas para el vestido del baile de compromiso. Annabeth odiaba los bailes, siempre le ponian un corsé asfixiante que no le dajaba respirar, y no hablar de las horas y horas de peinados, siempre se pasaban un largo rato peinandola, hasta que al final cuando ya no miran, Annabeth se deshacia de su painado y se hizo una simple cola de caballo.
Tras tantos preparativos, los invitados iban llegando y felicitandola por el compromiso. Cuando estaba llendo hacia un lugar donde nadie le pudiera ver y acosarla a felicitaciones, se tropezó con Luke.
-Hey-le dijo el chico con una sonrisa- no nos hemos casado y ya te escapas.
-No, solo intento respirar, este corsé me esta matando.
-Pues quitatelo.
-Y que me maten ellos, prefiero morir de asfixia por un corsé.
Luke le contestó con una sonrisa vacilante. Y cuando este estubo a punto de besarla, cosa que a Annabeth no le hizo mucha gracia y que intento evitar, se oyó un estruedo, un ruido, un balazo. Piratas. Unos piratas habian entrado en la fiesta.
A Annabeth se le dibujo una sonrisa en la cara.
-¿Que te hace gracia?
-Que ya era hora de que empezase la fiesta.