Han pasado meses de que Julián reviso su teléfono, el mismo sabía que aparte de ella no se enviaba mensajes con otros. Era una persona muy poco sociable, tímido y aun así pudo entablar una amistad. Así que no había con quien platicar, solo dejo de lado su teléfono. Inesperadamente un mensaje le llego, ella se encontraba en la ciudad y esperaba a que pudiera salir con él. Sin embargo, Julián al ya no percatarse de sus mensajes no se enterró que ella la andaba esperando.
Por cuestiones del destino, los padres de Julián lo mandaron a realizar compras por la ciudad y le pidieron no demorarse mucho. Dado que empezaría a llover y no contaba con un paragua para poder cubrirse de la lluvia. Era entonces la misma tarde que la conoció, el ambiente era el mismo. El volviendo a recordarla recorría por aquel lugar pensativo, se hacía presente una lluvia fuerte por lo que opto resguardarse en una tienda de consumo. A la ves realizando aquella compra que sus padres le habían encomendado, es entonces que ve ingresar a la niña sueño, como el había empezado a llamarla.
La sorpresa de ambos era evidente, el creía que nunca más la volvería a ver. Y ella pensaba que él no iba a llegar a la cita, dado que no recibió ninguna respuesta. Entonces hablaron, se sentían como unos desconocidos, preguntaron por lo que hicieron. Era el destino que quiso juntarlo o solo era una mera coincidencia.
- No viste mi mensaje, creí que no llegarías. No me respondiste, pero igual decidí venir por si aceptabas salir conmigo después de tantas veces que postergué nuestra cita. – le decía ella, en tono triste. Ya no presentaba aquellas sonrisas que mostraba antes, algo había sucedido.
- Discúlpame, es que no llegue a ver los mensajes. Debido a que arroje mi teléfono a la basura por si así decirlo. He dejado de lado mi teléfono y hoy estoy aquí por algunas compras para mis padres. – Le respondió.
- Debiste dejarme un mensaje, creí que te habías olvidado de mí. Por el hecho de que no pude hablarte por un tiempo, debiste esperarme un poco. Pasaron cosas que no te las puedo contar – Dijo ella, soltándose el cabello. La lluvia la había alcanzado, por lo cual termino en el mismo lugar que Julián.
- Pero te he dejado mensajes, no las has visto. Te has desaparecido de mi vida por mucho tiempo. Que querías que hiciera, no me dijiste nada. Solo postergabas nuestra cita y luego ya ni me respondiste – le dijo en tono enojado.
La lluvia se había calmado, por lo que optaron por salir. Dado que no permitirían que terceros siguieran escuchando su platica. Ella le pidió ir a un parque o algún cercano donde poder conversar a solas, él acepto gustoso y la llevo a un parque que se encontraba cerca al paradero de autos. Él pensó que no habría nada que conversar y que solo aclarar algunas cosas e irse de ahí, sin embargo, la química de ambos se hizo presente nuevamente. Eran el uno para el otro, volvieron las carcajadas y las sonrisas volvieron a sus rostros, se veían enamorados nuevamente. Era como la primera vez que se conocieron, ella le dio su bufanda y le hizo prometer que lo conservaría. Ella debía marcharse de ahí, mientras que a él ya se le había hecho tarde para volver a casa. Por lo que opto por hacerla quedar un momento más, le conto que había dejado el voluntariado, que había cambiado algunas rutinas de su vida.
Ella le expreso lo insatisfecha que se encontraba con aquella noticia, por lo que opto a pedirle que le diera las manos y este acepto. Ella le conto, que las cosas más bonitas que conoció con él, fue la de ayudar a otros y ganarse sus sonrisas. El clown hospitalario los había unido, aunque ella solo llegase a ir una vez. Era el destino por el cual se conocieron y que debían estar juntos.
Él le confeso lo que sentía por ella, el apodo que le había dado como la niña sueño. El poemario que nunca llego a mostrárselo, empezó a recitarse uno que había compuesto. Entonces le pidió que no desapareciera de su vida y que se quedara para poder seguir teniendo bonitos días con ella.
Él la beso y ella paso a abrazarlo. Ambos se acurrucaron, era posible que el frio del anochecer los incentivará a buscar abrigo el uno del otro. Pero ese momento era único, ella se sentía bien con aquel chico que conoció por unas caricaturas, él se sentía bien con aquella chica que conoció en un grupo de clown hospitalario. Era el destino posiblemente, pero ese día sus sentimientos fueron aceptados. Es entonces que todo termina, es como un sueño que toca su hora de despertar, ambos debían regresar a sus hogares. Por lo que decidieron despedirse y prometerse que un día volverían al mismo lugar, harían lo mismo y esta vez seria algo para siempre.
Han pasado años desde aquel suceso, Julián continuo con su vida, mantuvo en pie su promesa de esperarla. Pero a pesar de los años siguió sin recibir un mensaje, era la niña sueño, solo durmiendo podía volver a verla. Por lo que cada noche se proponía a soñarla, aun así, ese sueño no volvía a suceder. Debía aceptar que no se duerme con los ojos abiertos, por lo cual esas veces que salió con ella no eran sueños, era la realidad. Así que se decidió a conocer a otras personas, o es lo que creía, hasta que tal mensaje llego, "Hola, volveré para quedarme. Espero sigas soñando conmigo, soy tu niña sueño".
-FIN-
August. F. Wilfred
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"NIÑA SUEÑO"
RomansEra una vez una relación de ensueños, una pareja no muy poco común. El tiempo y la distancia suele causar este tipo de relaciones románticas en las parejas...