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Jueves 9 de Marzo 2017.

Capítulo 1.

Dejé que mis ojos vagarán por el pasillo hasta encontrar un lugar apacible en el que poder relatar mi vida en unas cuántas hojas, sí, escribir en mi diario.

Al fin hallado el lugar, una habitación bastante descuidada, me dispongo a escribir cuál escritora empedernida. Nada ni nadie me detiene. Antes de que alguien me interrumpiese termino el párrafo escribiendo sobre él.

«Aún le echo de menos, sus abrazos llenos de alegría;
Aquellos susurros en los qué confesaba su amor por mi».

Sabía que Nicole me estaba buscando, no tardaría en notar mi ausencia e inmediatamente escucho cómo alguien reclama mi persona en aquella estúpida fiesta, gritando mi nombre por él pasillo.

—SAM ¿ESTAS AHÍ?

Ah sí, se me olvidaba presentarme. Me llamo Sam y tengo 17 años. No puedo decir más sobre mi porque ni yo misma se dónde vivo, no tengo ningún familiar cerca de mi, a la única que tengo a mi lado es a mi amiga Nicole.

—Estoy aquí, respondo desde la mugrienta habitación en la que me sitúo.

Nicole algo desarreglada y pegando voces interrumpe mi momento de paz abriendo la puerta bruscamente.

—¿Por qué no vuelves a la fiesta? —pregunta casi sin aliento.

—Ahora voy, no te preocupes.—respondí, intentando poner mi mejor cara simulando estar cómoda con el ambiente de la fiesta.

En verdad las fiestas me desagradan por no decir que las odio, sí, podéis llamarme rara pero son muy.... monótonas en cuánto a las actividades que se realizan en casi todas o la mayoría de las fiestas.
Lo único que hacen es beber alcohol hasta llegar a tal estado de embriaguez en el que ni uno por sí mismo es consciente de sus actos, así llegando a hacer “locuras” múltiples.

Arrastro mis piernas una segunda vez por el dichoso pasillo, el recorrido se me hace eterno aunque sólo sean un par de metros.

Nada que superase mis expectativas, pero hay algo en el ambiente que me intriga, me.. Es una sensación difícil de explicar.

Busco con la mirada en la multitud a Nicole, ya que yo no conozco nadie en esta fiesta y ella me ha obligado a venir. ¡Voilà! La encontré, esta con ese grupo de personas “muy contentas” mirando con atención un juego absurdo.

—¿Qué esta pasando? —pregunté a Nicole, que también está mirando fijamente.

—Unos chicos están jugando al Beer Pong. El que gane se irá una noche con esa chica. —Señala.

—Menudos imbéciles. —Susurro.

Aunque parezca hipócrita también sigo mirando con atención el juego, me resulta cómica la escena.

Mientras ella esta en una esquina fumándose un cigarrillo, la analizo de los pies a la cabeza, tiene el pelo verde con raíces, la tez blanca cómo la nieve y los ojos marrones con pequeñas motas verdes; tal vez lo que llama la atención en ella sea su plena seguridad y belleza.

Aún no se su nombre, pero me es igual, con sólo mirarla puedo saber en que líos esta metida.

De repente todos se abalanzan al ganador del juego, Mateo.
Pega un grito bastante molesto para mis oídos.

Ojalá se muera.

Finalmente los dos suben de la mano por las escaleras, sobretodo él.. a disfrutar su premio.

Bah, cosas de gente social.

Nicole me tira de la sudadera y me arrastra a más grupos, intenta integrarme en grupos pero es imposible.

No se me da bien hablar con la gente.

—Me tengo qué ir. —dice, mirando su reloj.

—Yo también.

Vamos hacía la puerta y charlo con Nicole por el camino ya que es prácticamente mi vecina, vivimos a unas pocas calles, hablamos de anécdotas de la infancia y bueno, lo típico.

¿Qué esperabas? ¿Algo interesante?
Mi queridisimo lector/a te toca esperar, porque esto sólo es el comienzo de una historia algo.. “extravagante”.

Polos opuestos.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora