𝙎𝙋𝘼𝙉𝙄𝙎𝙃» 𝘏𝘈𝘐𝘒𝘠𝘜𝘜!!
Leia Konoe es una joven española de diecisiete años con una gran pasión por el deporte y la actividad física en general. Enérgica, extrovertida y con una gran tendencia a los problemas.
Nacida y criada en Barcelona...
"Si es por esos libros nunca aprendo A coger el cielo con las manos, A reír y a llorar lo que te canto, A coser mi alma rota A perder el miedo a quedar como un idiota."
00.- ESPAÑA
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Una estridente música resonó por los pasillos, indicando que las clases habían terminado y con ello empezaban las vacaciones de verano. Los pocos alumnos que habían asistido aquel día se levantaron con prisa de sus asientos entre gritos y celebraciones, despidiéndose del tutor por mera educación. El profesor ni siquiera se dignó a mirar a sus alumnos, rezando en su cabeza por tener un mejor curso el año siguiente.
Leia saltó de la mesa en la que estaba sentada, arreglando su ropa al caer y cogiendo su —prácticamente vacía— mochila con cansancio. Había pasado toda la noche acabando una serie, ya que no tenía ninguna intención de asistir a clases al día siguiente, pero al final su madre la acabó despertando entre gritos para que se levantara y solo pudo dormir un par de horas.
— Vaya putísima cara de mierda que traes —se burló la pelirroja a su lado, recogiendo sus cosas sin ninguna prisa.
— Gracias bebé, yo también te quiero —respondió con evidente sarcasmo Leia, llamando la atención del viejo profesor de religión que la miró con disgusto. Mirada que nadie tomó en cuenta. De hecho las dos chicas se contuvieron de soltar algún insulto, era el último día después de todo y no querían problemas.
— Eres consciente de que a las cinco tenemos partido, ¿no? —cuestionó Alba—. Más te vale echarte una buena siesta, no quiero perder contra el imbécil de mi hermano.
Leia asintió con parsimonia, andando con los ojos cerrados como si fuera a dormirse en cualquier momento.
— Abre los ojos estúpida, vas a caerte por las escaleras y no pienso ayudarte si te pasa —si Leia no estuviera acostumbrada a la agresividad de su amiga, probablemente se hubiera sentido ofendida.
— No seas tan amable eh, no vaya a ser que me aproveche de tu increíble cortesía —ironizó ella, entreabriendo los ojos para dedicarle una mala mirada a su amiga—. Al final la que se va a caer es otra, deja el mo...
Ni siquiera terminó de hablar cuando la pelirroja se cayó de culo por mirar Twitter. La carcajada fue inevitable por su parte, aunque a su amiga no pareció hacerle mucha gracia.
— ¡En que mundo —comenzó a gritar ella con un exagerado enfado que solo hizo a la castaña reír más en anticipación—. tú bajas las escaleras con los ojos cerrados Y NO TE CAES, pero yo bajo mirando el móvil y me tropiezo!
