La hermana del villano sufre hoy

Capítulo 23

No sé qué está en mi mente que me hizo romper el mármol. Debe haber sido un instinto de vida. Viví por instinto.

"Guau..."

Sentada contra la puerta de espalda, murmuré.

"¿No es una locura?"

Eso es todo lo que pude decir. Estaba consternada por el hecho de que podríamos haber muerto todos juntos tal como debíamos. Las yemas de mis dedos temblaron como si tuviera un temblor en la mano.

Me senté así durante mucho tiempo, luego apenas me moví. Me acerqué a la cama y me recosté.

"Mundo loco."

Se esperaba que hubiera una crisis para  Ari regularmente.

Y estaba Sir Davery.

Me sentí aliviada y creída por la presencia de Sir Davery. Pensé que podría evitar la crisis como lo he estado haciendo todo el tiempo.....

"No, ¿quién esperaría que un jinete con enfermedad mental intentara suicidarse llevando el carruaje junto con el pasajero a un acantilado?"

Fue aún más ridículo cuando lo dije en voz alta.

Fue increíble, así que lancé un puñetazo al aire. Como si fuera un puñetazo al mundo.

Después de mucho tiempo haciendo boxeo de sombras, logré calmar mi corazón tembloroso.

'Entonces, viene así eh'.

Gracias a eso, recuperé el sentido. He estado con la guardia baja. Saber lo loco que era este mundo me hizo dejar de relajarme.

Sí, no hay necesidad de estar nerviosa. Seré cuidadosa.

Me quemé los ojos de nuevo, preparándome para la salida de mañana.

"¿Estás segura de que soy yo quien conducirá?"

"Sí."

Asentí con la cabeza ante la pregunta de este sirviente frente a mí, Alex.

"Uh ... ¿por qué yo?"

"Porque tienes la salud mental más fuerte".

Por si acaso, reemplacé el carruaje y, por supuesto, cambié al jinete.

El nuevo jinete era Alex, el sirviente joven, sano y obediente de la mansión.

"¿Qué?"

"Significa que eres confiable"

La razón para elegir a Alex fue simple. Era la persona con más probabilidades de no tener una enfermedad mental entre los numerosos empleados de la mansión.

Siempre fue brillante y simple como si ni siquiera conociera el pie de la depresión, la angustia, la agonía, el conflicto y el pesimismo.

Una vez más, Alex simplemente sonrió ante mis palabras.

"¡Oh ya veo! Jaja, eso es correcto. Cuando se trata de confiar en las cosas, soy yo, Alex".

"Entonces cuídame bien".

"Por favor déjamelo a mí".

Así es como un joven (mentalmente) sano, en el asiento del jinete, y yo no me sentí completamente aliviada, así que le pedí a Sir Davery que mirara a Alex desde el asiento al lado del asiento del jinete.

Sir Davery parecía no saber por qué tenía que hacerlo, pero cuando le pregunté con una cara tan seria, dijo que sí.

Luego reemplacé a Sir Davery con dos nuevos caballeros para protegernos a mí y a Ari, y finalmente dejé la mansión.