Samuel empezaba un nuevo día, estaba un poco nervioso, algo extraño en él, pero la situación era algo sorprendente, la noche anterior había recibido una invitación de Luzu y Lana para que él y su compañero de piso, Guillermo, fueran a cenar con ellos en un restaurante muy elegante en un sitio exclusivo en Los Ángeles, esto fue algo curioso ya que cuando salían los cuatro paseaban sin rumbo por la ciudad y nunca se adentraban en lugares costosos.
A la hora acordada se encontraron los cuatro ya en el restaurante, Luzu y Lana aparte de estar vestidos elegantemente, se les notaba muy emocionados. Pasaron las horas, hablaron de todo un poco, pero de repente Luzu se levantó de la mesa.
-Veget..no, Samuel, Guillermo, quiero anunciarles la buena nueva-empezó a decir mientras Lana sonreía a más no poder-Lanita y yo...vamos a casarnos y por supuesto están cordialmente invitados a la ceremonia.
Tanto Samuel como Guillermo se quedaron sin habla, se esperaban que en algún momento esos dos unieran sus vidas para siempre, pero la noticia los tomó un poco de sorpresa. Willy fue el primero en salir de ese pequeño trance en el que estaban.
-Felicitaciones a los dos, Luzu tío, no pensé que fueras capaz de dar ese gran paso-Sonriendo abrazó a Luzu, Lana en ese momento se puso un poco sentimental y se le escapó una lagrimilla-Lana, eres una buena mujer y diste con el tío adecuado-La muchacha se levantó de su asiento y abrazó a Willy mientras le agradecía.
-Muchas felicitaciones, son una bella pareja-Por fin Samuel salió de su trance y abrazó a Lana y a Luzu en felicitación-¿Y para cuándo la boda?
-Pensamos que en un par de meses, será una ceremonia más bien simbólica en la playa-comentó Luzu mientras todos volvían a tomar asiento.
-Oh que bien, algo en plan romántico y elegante, muy buena decisión-dijo Willy mientras tomaba un sorbo de su bebida.
-¿Y de cuánto más o menos debe ser el regalo?-habló Vegetta fingiendo seriedad lo cual hizo que todos soltaran a reír.
-Los regalos, vosotros sois dos y a menos que seáis pareja tendrán que dar uno cada uno-Luzu sonrió de manera pícara y Lana volvió a reír, en cambio Willy se sonrojó un poco y Vegetta rio nerviosamente.
-Vale, vale, Willy chaval, tendremos que ser pareja mientras la ceremonia-Vegetta siguió un poco la corriente a pesar de estar algo nervioso.
-Pero que tacaños sois-Luzu fingió indignación y todos rieron, siguieron hablando de la ceremonia y los planes que la pareja tenía para esta.
La conversación siguió amenamente, pasaron un buen rato y se dieron el lujo de cenar en un muy buen restaurante. Esa noche quedó grabada en la memoria de Samuel como una de las más gratificantes que ha tenido en el tiempo que llevaba en Los Ángeles.
Ese día, no estaba nervioso por la situación, sino porque saldría con Willy para comprar los trajes que llevarían para la ceremonia, aunque para esta faltaran varios meses, tenían que hacer todo inmediatamente ya que sus agendas de trabajo probablemente no les permitirían tiempo para salir más adelante para realizar esas compras.
Samuel era muy exigente con su vestimenta y muy escasas veces tuvo la necesidad de llevar un traje elegante, así que seguro la búsqueda por este sería muy larga y agotadora, tanto para él como para su acompañante.
Recorrieron varias tiendas y en todas siempre había algo que le gustaba a Willy pero nada que le gustara a Vegetta. El primero quería salir rápido de esa búsqueda así que cualquier traje lo convencía, más sin embargo Samuel siempre le decía que no le quedaba bien y tampoco le agradaba nada de lo que veía, ya llevaban toda la mañana así y Willy se estaba empezando a cansar.