Introspección

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Miro al espejo y lo único que veo es al que antes había sido un idiota, pero que, tras el retiro, se había convertido en alguien con quien, como mínimo, te hablarías. Noto la vibración del móvil

-I: Tío, cuanto te queda?

-M: Ya bajo

-I: ok, va, dale

Por cierto, no me presenté, soy Ray, 17 años, mido 1,70, soy alguien bastante rarito, pero que se le quiere (al menos eso dicen) con el que estaba hablando es Ian, mi mejor (y único) amigo, el cual conservo desde primero de la ESO.

Hoy es un día especial porque estoy a punto de ir a mi primera fiesta así que mola, nunca me habían invitado a ninguna así que, supongo que hasta ahí bien.

Me miro por última vez al espejo antes de darme el visto bueno, cuando decido que es suficiente, me pongo una sudadera negra y me hago una coleta, tras eso me pongo las zapatillas y le dejo una nota a mi padre de que llegaré tarde.

De camino a casa de mi amigo me pongo los auriculares y voy escuchando algo de música para motivarme.

Al llegar veo a mi amigo con un grupo de gente la cual no conocía y me empiezo a poner nervioso.

-Hombre, al fin apareces- dice Ian acercándose a mi

-Hay que prepararse- le choco el puño como de costumbre mientras analizo al grupo- y ellos son...

-Cierto... Acercate y te los presento

Nos acercamos al grupo mientras todos me miraban de forma curiosa menos una chica que apartó la mirada nada más verme

-Joder... Ni hablé y ya le caí mal, empezamos bien -susurro

-Tranqui, es así con todo el mundo

-Perfecto...

Llegamos con ello y fui saludándolos de forma automática

-Soy Ryan, un placer

-Mariah, encantada

-Mark

-Ian - se me acerca a darme la mano

- A ti te conozco idiota

Miré a la chica que no se había presentado

-Alice... -dijo para ella

-Encantado

Noté como el ambiente se tensó, para evitarlo Ian alzó la voz

-Vale gente, vamos tirando, no?

La afirmación fue general. Nos encaminamos hacia la fiesta haciendo el idiota por la calle, hasta que Alice se tropezó y se cayó de bruces, al ir el último, sólo yo me percaté y me acerqué a ayudarle

-Hey, estás bien? -le tendí mi mano para ayudarla, ella la acepto temblorosa

-S-si perdona... Soy muy torpe-dijo apartando la mirada

-No pasa nada, yo también lo soy en parte-le dije sonriendo

-Tsk... No sé ni porque vine...-dijo esperando que no lo escuchará

-No te gustan las fiestas, no?

-No, la verdad... Sólo vine por hacer compañía, pero no soy fan y menos de quién la da...

-Y quien la da?- dije sin comprender

-Se llama Lara, y, por tu bien, no te acerques a ella más de lo necesario

-Que tiene?

-Hazme caso- Me miró seriamente a los ojos

-Vale, lo capto

-Y... Perdón por haber sido así al principio, pensé que eras el típico gilipollas presumido y odio a ese tipo de gente, pero ahora al oírte hablar pareces buena gente-me sonrió de forma tierna

-Puedo hacer algo?-le dije sonriendo

-Eh... Si?-me miro extrañada

Antes de que pudiera hacer nada la abracé y apoyé mi barbilla en su cabeza, puesto que era más bajita que yo

-Tenia ganas, lo siento-la miro y veo que está sonrojada

-N-no pasa nada...-aparta la mirada y trata de ocultar sus nervios

-HEY TORTOLITOS!!-Grita el grupo desde lejos, nos habíamos rezagado mucho más de lo que me pensaba- Daos vidilla, va

-Ya va!-Grito- joder... Siempre igual este hombre, como si lo mataran si llegará tarde

-Si... Siempre con prisas

-La vida es para disfrutarla, hasta de los pequeños momentos

-S-si...-me da un último abrazo y apretamos el paso hasta que llegamos al grupo

Tras un rato caminando llegamos a un chalet de dos plantas bastante grande del cual salía una leve música

-Veis?! Llegamos tarde-dijo Ian culpandome

-No jodas, si era a las 22:00 son...-saco y miro el móvil- son las putas 21:37, Llegamos muy pronto

Iba a replicar cuando una voz alegre nos interrumpió

-Habeis llegado, pasad-se abrió la puerta y apareció la anfitriona

Crucé la puerta con mi brazo apoyado en los hombros de Alice mientras ella me cogía de la cintura, con una extraña sensación de que iba a ser una noche inolvidable.

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