― ¿Volviste a soñar con él, cierto?
Kyungsoo mira fijamente al chico en el pulcro escritorio de marchita madera color ocre, y piensa que tal vez se le nota en la cara lo abrumado, lo han detectado, la fatiga en sus expresiones y el nerviosismo reflejado en sus manos.
― Si.
El psiquiatra se apoya en sus codos. Hay un reluciente placa dorada con su nombre; Xiao Luhan y se muerde un labio, como si estuviera confundido y aburrido a la misma vez. Las arrugas en sus ojos y lo revuelto de su cabello le hacen pensar a Kyungsoo que se ve mayor de lo que realmente es. Pero sabe que tiene veinticuatro, aunque sus finas y perfectas facciones lo hacen parecer menor, sus ojos delatan su verdadera edad. Perfectamente camuflada.
― ¿Aún no recuerdas quien es? – pregunta cruzando los dedos, y a Kyungsoo le parece más una intriga, más como un acertijo que una simple duda.
― No. Él no me habla.
― ¿Cuántas veces has soñado con él, Kyungsoo?
― Ésta es la tercera – se encoge de hombros. Hay un dejo de amargura y reticencia en sus respuestas, porque siente que no debe hablar de sus sueños, porque son “suyos” y de nadie más – me empujaba desde un edificio.
― Él te empujaba… ya veo – garabatea algo en un block raído y amarillento. Kyungsoo intenta elevar el cuello y espiar entre sus múltiples líneas, pero no alcanza a leer con claridad ninguno de los apuntes – ¿Cómo es él?
Kyungsoo analiza la pregunta. Es solo un sueño, ¿por qué le da tanta importancia a aquel hombre? Mira lo marchito de los helechos cerca de la ventana y los cuadros desordenados en una habitación blanca a la que asiste todos los jueves. Pero no sabe con exactitud que es lo que le ocurre.
― Él… él es… bueno, no, no lo he visto claramente pero – se muerde el pulgar e intenta concentrarse en sus inconexos pensamientos – después del otro día-
― La regresión – Luhan completa suspirando profundamente.
― Si, bueno, mis sueños con él han sido más largos y… más extraños.
El psiquiatra suspira, garabatea de nuevo en el block y levanta su vista hasta taladrar con la mirada a Kyungsoo.
― Kyungsoo, debes recordar.
“¿Recordar… Qué?”
― Ésta es la tercera vez que hablamos de esto.
― Pero – Kyungsoo se apoya en el esponjoso diván – a veces siento que estoy esperando a que aparezca, y cuando lo hace tengo miedo y… ¿tristeza?
― ¿Tristeza? ¿Por qué sientes tristeza?
― No lo sé.
***
Baekhyun se acomoda en la mesa para desayunar, hay un pequeño banquete y el café espumoso embriaga los pulmones. Se frota las manos y las entrelaza en una taza de café para así entibiarlas.
― ¡Kyungsoo, ven a desayunar! – exclama con la vista fija en la sala. Kyungsoo mira fijamente un escaparte vacío, parece embelesado en el, como absorbido – ¡Kyungsoo!
Pero no responde. Baekhyun llama aún más fuerte su nombre y solo atiende cuando él toca su hombro y le mira preocupado.
― ¿Estás bien? Pareces algo enfermo – Baekhyun confiesa cuando pasa la palma de su mano por la frente de Kyungsoo, pero no tiene temperatura.
― Lo estoy, estoy bien – voltea hasta el escaparate y lo observa fijamente otra vez – es solo que… ¿había algo ahí antes?
Baekhyun se petrifica. Y luego recuerda las palabras del Luhan “no le digas nada, haz que él recuerde por su cuenta”
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SHADOW (Kaisoo-Baeksoo)
Fanfiction"Te amo como se ama a ciertas cosas oscuras, secretamente, entre la sombra y el alma". -Pablo Neruda- ¿Qué estarías dispuesto a hacer para tener a la persona que amas? Género: Angst/AU/Psicológico. [Prohibido adaptar o resubir]