Espíritus, aquellos seres que se encargaban de arruinar o mejorar la vida de las personas e incluso protegerlas a toda costa de los espíritus que fueron corrompidos por la oscuridad. Todo el mundo sabia la existencia de estos seres y siempre tenían en mente el nombre de uno de ellos si había una grave emergencia, todo el mundo contaba con la ayuda de uno, todos menos Joshua, un joven de preparatoria que suele tener una conducta asocial y siempre se le puede ver solo aunque...a el le gusta. Decía que la ayuda de los espíritus no era mas que una simple molestia y leyendas urbanas que suele contar la gente para no aburrirse. Caminaba por las calles de Kyoki, un pueblo completamente tranquilo en el cual casi nada interesante sucedía aunque eso a el poco le importaba pues siempre estaba sumergido en sus pensamientos, todo iba bien hasta que sintió que alguien lo vigilaba, ¿instinto quizás? se giró por si acaso pero no había nadie. Pensó que solo fue obra de su imaginación así que no le tomó demasiada importancia por lo que siguió con lo suyo. Nuevamente volvió a sentir lo mismo y un tanto molesto miró hacia atrás sin encontrarse nada, solo un gato que pasaba por allí. Cuando se giró casi gritó del susto al ver a un chico de su misma edad un poco mas alto, albino y una gran melena casi llegandole al suelo, también llevaba una túnica blanca y lo que parecía... ¿una katana? .
- Oye tío, no asustes así a la gente, ¿que hubiese pasado si fuese un viejo? me hubiese muerto aquí mismo y...¿qué son esas pintas? ¿acaso te perdiste yendo a una convención o qué? -
Dijo un tanto molesto y decidió hacerlo a un lado para seguir con lo suyo.
- Mira que las personas llegan a ser raras...-
Se dijo así mismo, pasaron unos cuantos minutos y se detuvo, dándose cuenta que aquel extraño lo estaba siguiendo. Se dio la vuelta y lo miró con total molestia aunque el otro se veía completamente tranquilo.
- ¿Acaso vas a estar siguiéndome todo el santo día? pierdete de una vez si no quieres acabar en el suelo. -
- No puedo...-
Dijo en un tono de voz un tanto bajo.
- ¿Como dices? -
- Dije que no puedo...-
Joshua se quedó perplejo al oír aquello ya que...no conocía para nada a ese tipo y no recuerda haberse metido en ningún lío.
- Claro que puedes, mira, te das la media vuelta y te vas por ahí mientras yo vuelvo a casa que mi madre me espera con un plato de arroz con curry. -
- ...no... -
- Tsk...¿¡por qué no!? -
- Porque mi deber es...protegerte. -
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Spirit
Short Story¿Qué harías si la mitad de tu alma fuese tomada por espíritus oscuros gracias a un descuido? En esta historia Joshua deberá afrontar a esos espíritus si no desea que toda su alma se envuelva en la oscuridad y se convierta en uno de ellos. Con la ay...