El arbol

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Una atmósfera pesada lo rodeaba, una camioneta vieja se detuvo frente al sombrío bosque. Un hombre de mediana edad, alto y corpulento, bajó de la camioneta, sostenía un hacha y varias herramientas. Lo habían mandado a cortar uno de los mejores árboles de ese lugar.
Suspiró e inmediatamente cruzó cuidadosamente el alambrado. En el lugar solo se escuchaba la brisa del viento y se veían los movimientos de los árboles.
Se puso en marcha al interior del frondoso bosque mientras silbaba una melodiosa canción. Un cartel  que tenía escrito la palabra “PELIGRO, BOSQUES DE LOS LAMENTOS” interrumpió el camino del hombre y terminó tomando otra ruta. A medida que el sujeto se adentraba, el lugar se volvía cada vez más frío y la espesa niebla que se generaba imposibilitaba la visión. Cuanto más caminaba le era difícil respirar, sentía escalofríos y opresión en el pecho. Una extraña risa le llamó la atención y a lo lejos divisó una figura de un infante corriendo y desapareciendo.
—¡Oye niño! —dijo el hombre. No recibió ninguna respuesta. Volvió a quedarse solo.
Prosiguió su camino, observó detenidamente cada árbol pero ninguno le llamó la atención, todo parecía seco y sin vida. Se detuvo por un instante cerca de un árbol. Apoyó sus cosas en el suelo y se sentó a descansar.
Su corazón comenzaba a agitarse rápidamente y a cada rato miraba a su alrededor. Tenía miedo. Miró las ramas y se dio cuenta que varios cuervos lo observaban se levantó y se puso en marcha.
Corrió cuando volvió a divisar la silueta de aquel niño que desapareció en el árbol.
—¡Niño, espera! ¿Dónde está la salida? —preguntó nuevamente. Nadie le contestó. El infante solo reía sin parar.
Extrañamente ese árbol había cautivado al hombre. Lo miró detenidamente, apoyó su mano para sentir su textura. Es perfecto, era lo que él buscaba, apoyó sus herramientas en el piso y con mucha ímpetu comenzó a talarlo. Con el primer tajo se podía observar que todas las aves se volvian agresivas, especialmente los cuervos. Con el segundo corte se podía sentir un extraño temblor que sacudía todo el bosque. Con el tercer hachazo se escuchó un sonido desgarrador. Cuando se disponía a dar el cuarto golpe, se detuvo. Una peculiar sustancia rojiza salía del tronco. Él apoyó su mano sobre aquel líquido y se percató de la sangre. Asustado de todas las cosas que le estaban ocurriendo salió corriendo. Huyó sin mirar atrás y sin saber donde ir. Se había perdido en el húmedo lugar.
Parado allí y sin poder orientarse sintió que algo estaba subiendo por él.  Miró su pie y se dio cuenta que una enredadera se le estaba apegando, cuanto más trataba de despegarla de su piel más fuerte se adhería a él. De repente, sintió que lo arrastraban por todo el bosque, todo se oscureció. Había perdido el conocimiento.    
Se despertó solo para darse cuenta que una bandada de cuervos agresivos se dirigía hacia él. un grito desgarrador salió de su boca.

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⏰ Última actualización: Nov 04, 2021 ⏰

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