La ultima vez que fui feliz

La Última vez Que Fui Feliz

Esta es una historia que quizá no tengo que contar, pero bueno, no me voy a quedar sin expresar la forma de la que me siento en este momento después de lo acontecido.

Esa tarde fui feliz.
Recuerdo que me había quedado en la universidad con la intención de pasar un agradable rato junto a esa chica especial, tenía pensado dedicarle una canción que me encanta y que supuse que a ella también, pues es de una banda que a ambos nos gusta, U2.

La canción se llama Miracle Drug, y dice varias cosas que he sentido que me han pasado con ella, además de un buen ritmo, sentí que era la canción ideal.
Entonces llegó la hora cuando estábamos juntos, platicamos un momento cuando ella iba a tomar su botella donde tenía un refresco de cola cuya marca no mencionaré, yo quería tomarlo y dárselo pero no quiso así que forcejeamos un poquito y al final ella lo tomó por sí misma, pues ya sentados en el suelo del cuarto piso de la Universidad creí que sería el momento idóneo para dedicarle la canción, tal y como lo tenía pensado.

Le dije que sacara su libreta de apuntes, (donde horas antes en clase le había escrito la letra de la canción), al abrirla puse inmediatamente la canción y ella iba leyendo al mismo tiempo que escuchaba la canción, al verla ahí solo por mí, sentí esa sensación de felicidad que hacía mucho tiempo no sentía, ver su rostro tan cerca del mío me trajo una paz y algo de alegría al saber que estaba ahí prestándome su atención.

En fin, escuchó la canción y por supuesto que le gustó, una parte de mi esperaba un beso, aunque siendo realista no creí que iba a suceder, pero igual siempre lo quería y ansiaba.
Platicamos un poco, luego empezó la lluvia pero yo no quería irme de ahí, porque estaba a su lado en un ambiente algo solitario, el momento perfecto.
Una leve llovizna cayó sobre el campus universitario y ninguno de los dos quiso moverse del lugar, al contrario, ella se recostó sobre mí y yo la abracé, en ese instante sentí que era mía, que su corazón le indicaba que quería estar a mi lado, quise que ese momento durara para siempre, clima frío, la tenía abrazada, calma total, solo estábamos ella y yo.

Sin embargo nada dura para siempre, la lluvia cesó un poco, ella volvió a su sitio, a mi lado pero ya sin tenerla abrazada, nos pusimos a platicar sobre la serie The Big Bang Theory, y luego no sé en qué momento sentí que debía besarla, que ese día era mi oportunidad y no tenía que dejarla pasar, pero algo dentro de mí me decía que si lo hacía, podría dañar la amistad que tenemos.
Recuerdo muy bien una frase que ella me dijo, “a veces uno quiere hacer algo, pero no puede” y me puso de ejemplo que mientras le dediqué la canción lo más fácil para ella hubiera sido darme un beso, pero que no puede (por otras circunstancias).
Al decirme eso mi mente empezó a creer que ella quería besarme, pero por algún motivo mientras estoy con ella mi mente no logra trabajar como normalmente lo hace así que no había captado lo que me había querido decir, quizá ella quería que yo la besará sin pensarlo tanto, pero ¿Cómo saberlo? La mente de una mujer es un laberinto tan enorme que hasta ella mismas se han de perder ahí.

El instinto me ganó y me le acerqué de forma seductora (según yo) le di un beso suave en la mejilla, para luego intentar darle el siguiente en la boca, pero mi sorpresa fue cuando ella giró su cabeza y sus labios llegan hasta los míos, no tuve reacción ante esa acción, unos segundos de pura emoción y  la adrenalina fluía por mi cuerpo tan rápidamente que no me di cuenta cuando ya no la estaba besando, me encantó.

Fue probablemente el mejor primer beso que jamás haya dado hasta entonces, por otros motivos ella me dijo que ese iba a ser el último, pero yo no quería quedarme así, tras una serie de besos que yo le daba en la mejilla y viceversa, mis labios encontraron los suyos por segunda ocasión, esta vez volví a disfrutar de sus labios tan delicados y hermosos, aunque sus dientes querían entrar en la batalla de sus labios contra los míos, al final lograron infiltrarse y me plantó semejante mordida que hasta el día de hoy recuerdo con exactitud, fue esa clase de dolor que es soportable por el hecho de las circunstancias, esa clase de dolor rico.
Luego de eso sentí que el tiempo se fue volando y ya era la hora de su siguiente clase así que tuvimos que despedirnos, yo para mi casa y ella a clase, ciertas circunstancias no me permiten poder ser su novio, que es lo que más anhelo, pero no entraré en detalles porque son cosas de su vida de las cuales no pienso escribir, pero espero que podamos seguir siendo los buenos amigos que somos, quien sabe, quizá en el futuro sus sentimientos hacia mi cambien, o mis sentimientos hacia ella cambien, solo pienso dejar que las cosas fluyan, lo que va ser será y lo que no, pues no.

El tiempo dirá que pasará con nosotros, con lo que sentimos y sentiremos. Solo sé que  si vuelvo a tener el privilegio de besarla, estoy seguro que volveré a sentir esa felicidad que tuve la tarde del 1 de diciembre del año 2014.

Actualización enero 2019:
Nunca pasó nada más 😂